Solo hasta mayo del 2019 los antioqueños podrán utilizar el Túnel de Oriente. A esta conclusión llegaron los constructores y la Gobernación de Antioquia, luego de que se complicara la excavación de los túneles Santa Elena 1 y 2, generando un rendimiento de la obra menor al inicialmente proyectado.
La dificultad se debe a la transición entre dos tipos de roca encontrada en dos sectores específicos de los túneles en el frente oriental (Rionegro), por lo que ha sido necesario implementar mayores medidas de control y soporte.
Germán Rueda, gerente de la concesión Túnel Aburrá Oriente, explicó que “hemos tenido alrededor de ocho fallas geológicas, de las cuales siete ya estaban detectadas. La que estamos pasando en estos momentos es la última, pero ha sido muy difícil porque la roca es dura pero en el desprendimiento los bloques son muy grandes, lo que implica mucho riesgo para el personal”.
En este orden de ideas, la unión de los túneles que inicialmente estaba prevista para octubre de este año en realidad estaría lista en diciembre. Se espera que en marzo-abril del 2019 comience el proceso de prueba, y que en mayo inicie la operación.
Actualmente la obra registra un avance del 86%, lo que se traduce en 14.850 metros de excavación y soporte. “Se viene avanzando en la impermeabilización, revestimiento definitivo, equipamiento de los túneles y en la construcción de los edificios de control de operaciones y estaciones de peaje del proyecto”, publicó la Gobernación.
