Entre los católicos, la práctica de cargar santos es una tradición de suma importancia dentro de la celebración religiosa de la Semana Santa. Esta labor con el paso del tiempo ha ido desapareciendo, sobre todo en municipios que van dejando atrás las tradiciones y se van configurando cada vez más como epicentros de ciudad, como es el caso de Rionegro.
Ahora años éramos muchos, eso hasta nos turnábamos, pero eso ha ido bajando mucho, como todo en la vida: todo se va acabando. Además eso ya es algo de nosotros los viejos, y unos ya están muy cansados, otros se han ido a una mejor vida, y esto es una labor que casi no gusta a los jóvenes. Lo de cargar santos, eso es de devoción
relató uno de los tradicionales cargueros de santos de Rionegro.
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Las tradiciones van cambiando, el relevo generacional trae unas nuevas costumbres, los jóvenes se interesan por nuevas prácticas y las generaciones pasadas se van con las que existían. Cargar santos es una devoción que va arraigada a las costumbres de una generación que ejercía esta labor bajo preceptos y creencias que hoy han cambiado.
Las procesiones con santos son una de las actividades principales de la celebración de la Semana Mayor para los católicos. En los municipios más tradicionales sigue siendo una de las prácticas centrales de la conmemoración de la pasión y muerte de Cristo. Cada año es todo un acontecimiento lo que pasa durante las fechas santas.
En algunos municipios, en cambio, se ha convertido en una oportunidad turística, y en otros tantos ha ido evolucionando hacia eventos religiosos como exposiciones de arte, conciertos o festivales de música religiosa, por ejemplo en Marinilla.
La práctica de cargar santos es una tradición de la Semana Santa que podría desaparecer, pero que aún no está extinta y sigue siendo de mucho fervor para los creyentes.
