A puertas de que la Sala Plena de la Corte Constitucional defina el futuro de las corridas de toros en el país, y en medio de los enfrentamientos, puyas y pujas entre varios sectores a favor y en contra de la fiesta brava, en San Vicente se presentó un caso ejemplar de protección animal por parte de dos patrulleros de la Policía.
Asustada por el ruido de los carros y alentada por el olfato, una perrita callejera del municipio de San Vicente se escondió en una alcantarilla luego de entrar por un pequeño orificio que sobresale de la parte superior de un desagüe. Desde ese momento, transcurrieron 30 minutos antes de que “La negra”, como fue apodado el animal, fuera rescatada por los uniformados.
Una vez dentro de la alcantarilla, “La negra” fue arrastrada por las aguas negras hasta un drenaje ubicado a las afueras del pueblo. Una vecina que pasaba por la bocatoma escuchó los débiles aullidos de la perrita, y avisó con prontitud a la patrulla del cuadrante, cuyos uniformados se dieron a la tarea de rescatarla.
Según un comunicado, “los uniformados buscaron el lugar exacto en donde se encontraba atrapado el animalito para así apresurar el rescate, ya que no contaban con mucho tiempo porque a esa hora aumentaban las aguas de las tuberías lo que ponía en peligro la integridad de la perrita”.
Valiéndose de una barra de acero, ambos patrulleros levantaron la tapa de la alcantarilla de 50 kilos y extrajeron al animalito que se mostraba confundido. Luego, gracias al apoyo de la comunidad del sector, los patrulleros le retiraron el lodo del que estaba empapada y no detectaron heridas de consideración que pusieran en riego la vida del animal. Al parecer, en las primeras horas “La negra” no ingirió ningún tipo de alimento, pero sí durmió durante varias horas para recuperar las fuerzas. Finalmente, “La negra” fue adoptada por los mismos patrulleros que la rescataron.
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