Desde el pasado viernes 17 de noviembre comenzó a circular en redes sociales un video que se volvió viral.
En las imágenes que se difundieron se ve que un perrito va corriendo detrás de un taxi. Las conclusiones iniciales a las que llegaron los internautas es que, supuestamente, el canino había sido abandonado desde ese vehículo.
Una sola imagen, sin contexto, dio para hablar, juzgar y recrear historias.
Lo cierto del caso es que el perrito es un enamorado. El taxista, en conversación con MiOriente, relató todo lo que sucedió ese día.
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El taxista estaba en el acopio y una mujer llegó para tomar el servicio; en ese momento llegó también el perrito, que igualmente intentó subir al vehículo de transporte público. El conductor le preguntó a la usuaria que si el perro era suyo, a lo que la mujer contestó que no, que lo que pasaba era que el perrito siempre intentaba seguirla porque ella tenía una perrita en calor, y que cuando salía con ella y pasaba por ese lugar, el perro se iba detrás; incluso ese día la pasajera optó por no llevar a su mascota, para evitar la situación.
El perrito, que según indican algunas personas siempre está en el sector de La Galería en Rionegro, no olvidó a la dueña de su enamorada y mucho menos olvida su olor; así que cada que tiene oportunidad las sigue sin cesar por un par de cuadras.
Una historia que podría ser una jocosa anécdota de un perrito que sigue a la dueña de su enamorada de cuatro patas, que está en calor, se convirtió en un calvario para el taxista, puesto que el hombre indicó que desde ese momento ha sufrido múltiples hostigamientos por parte de la comunidad, que se guían por las placas del vehículo para atacarlo.
El hombre ha sido señalado en múltiples ocasiones y en la calle le gritan que es culpable de abandonar a la mascota en Rionegro. Han ejercido tanta presión social y ha sido tan atacado y juzgado, que el taxista ha pensado, incluso, en dejar de trabajar. Todo por un malentendido y un video sin contexto.
Desde que el video se hizo público, el conductor recibió llamadas desde la gerencia de su empresa y del propietario del vehículo. Todos buscaban aclarar la situación y entender la historia.
El taxista dejó en claro que nunca apoyaría una acción en la que un usuario intentara abandonar a una mascota y pide que su nombre sea limpiado, socialmente, ante tan desafortunada situación.
