En menos de una semana el Concejo de Rionegro decidirá el futuro del Colegio El Triángulo, ubicado en la urbanización Gualanday, en razón al proyecto de acuerdo 028 del 2017, presentado por el alcalde de Rionegro, Andrés Julián Rendón, y con el cual pretende que el terreno donde está ubicado El Triángulo pase de ser bien público a bien fiscal.
Actualmente el bien público del inmueble obliga a que este sea usado como zona verde, o, por ejemplo, para la instalación de ciclurrutas y parques. Sin embargo, si el terreno pasa a ser un bien fiscal, el Alcalde tendría la autonomía de construir cualquier tipo de edificación y para cualquier tipo de fin, e incluso venderlo.
Según el acuerdo, lo que Andrés Julián quiere es que “el inmueble sea destinado para la construcción de infraestructura educativa con el fin de dotar a la Institución Educativa San Antonio de Pereira”. Así las cosas, el Colegio El Triángulo se vería en la obligación de desalojar el terreno, buscar una nueva infraestructura para sus estudiantes y darle paso a la construcción de un nuevo colegio para la I.E. San Antonio de Pereira.
Contexto
1988: la sociedad de Inversiones Restrepo Uribe S.A. loteó y urbanizó un terreno, y como compensación transfirió al municipio el inmueble donde hoy está ubicado El Triángulo, con destinación específica a zonas verdes de la urbanización Gualanday. El Triángulo viene operando como institución educativa en dicho terreno desde hace 35 años.
15 de diciembre del 2005: el Concejo Municipal concedió facultades al Alcalde para enajenar el inmueble donde funciona dicha institución educativa, pero el mandatario de turno no usó dicha facultad.
30 de mayo del 2007: la Administración Municipal y El Triángulo celebraron un convenio, con plazo hasta el 15 de junio del 2012, en el que se le permitía a El Triángulo seguir funcionando en el terreno con fines meramente educativos, y como contraprestación la institución educativa se comprometió a ejecutar un programa de capacitación a maestros y padres de familia.
El Triángulo no cumplió sus compromisos del convenio, por lo que consignó al municipio más de 17 millones de pesos como pago de arrendamiento del inmueble y valoración económica de los compromisos incumplidos. Por tal motivo, en septiembre del 2013 el Alcalde finalizó el convenio e indicó que por el incumplimiento de los compromisos pactados se debía restituir el inmueble al municipio.
La postura de la Administración Municipal
Jenaro Tabares Jaramillo, asesor jurídico de la Secretaría de Educación de Rionegro, dijo a MiOriente que “en el 2015 los vecinos de El Triángulo instauraron una acción popular en la que reclamaba la defensa del espacio público y los derechos colectivos al medio ambiente. El fallo se produjo en diciembre del 2016, y en convenio entre la comunidad y El Triángulo se le solicitó a la juez que autorizara que el colegio funcionara allí hasta diciembre del 2017”.
Es decir que a El Triángulo le queda un par de meses para desalojar el terreno, al tiempo que el Concejo analiza todas las variables e implicaciones del proyecto de acuerdo presentado por el Alcalde. En el caso de que la corporación apruebe el traslado del terreno a bien fiscal, el municipio tendría que destinar otro inmueble en Rionegro para compensar el cambio del uso del suelo ubicado en Gualanday. Otra de las opciones a considerar, es que “el inmueble se puede subdividir; una parte en bien fiscal para que funcione la I.E. San Antonio, y la otra en bien público para zonas de conservación”, agregó Tabares.
Lo que piensan las directivas de El Triángulo
“Nosotros no tenemos un documento que determine la propiedad del terreno, pero sí tenemos 36 años de una posesión pasiva y una confianza legítima que nos han entregado todos los alcaldes. Sabemos que el colegio se tiene que ir, pero no tenemos los recursos para comprar un lote. Por eso le pedimos al Alcalde que nos deje operar otros cuatro años en un espacio de 7.000 metros para organizarnos financieramente e irnos”, indicó Marta Patricia Bernal, presidente de la Junta Directiva del Colegio El Triángulo.
Por el momento, El Triángulo está dispuesto a funcionar al lado de la I.E. San Antonio, capacitar en Inglés a los estudiantes de este último plantel e incluso pagar un arriendo durante los cuatro años que están solicitando.
¿Y los vecinos?
El debate sobre la lucha de clases y estratos sociales es un elemento inevitable en la discusión. El imaginario de los rionegreros es que los estudiantes de un colegio público y de bajos recursos económicos llegarán a estudiar a una urbanización que, si bien no es privada, si se ha caracterizado por albergar a familias de mayor estrato social, y eso levanta espinosos argumentos a favor y en contra.
Frank Antonio Jiménez, representante legal de la urbanización Gualanday, explicó que “el problema es que es un colegio muy prestigioso en el Oriente Antioqueño, con muy buenos resultados y que le ha aportado cosas muy buenas a la educación del municipio; y el pecado del predio es que es bonito y costoso, y todas las administraciones municipales lo ven con hambre y con ganas de hacer plata ahí”.
Los habitantes de Gualanday se oponen a que la I.E. San Antonio llegue a funcionar en su urbanización, puesto que, según lo indicado por Jiménez, fue promesa de campaña de Andrés Julián que defendería las zonas verdes y la estadía de El Triángulo en allí. “Si quiere que construya una biblioteca o un museo, pero no tiene sentido sacar un colegio para meter otro. A mí me dicen que los niños de estrato 1 y 2 tienen derecho a la educación, y yo digo que los de estrato 6, 7 y 8 también”, agregó el representante legal.
Según la presidente de la Junta Directiva de El Triángulo, el colegio tiene 340 alumnos, de los cuales el 72 % son de Rionegro, el 7 % de La Ceja, el 7 % de Marinilla, el 4 % de El Retiro, y el resto de Medellín y Gualanday. “Es falso lo que se dice que allí estudian hijos de ricos. Somos de una clase asalariada, no somos de estrato 8”, indicó.
La realidad de la I.E. San Antonio
Como un ejemplo a nivel general, las instalaciones donde funciona la I.E. San Antonio, que ya tienen 30 años de antigüedad, están ubicadas en una zona inapropiada para los estudiantes, no cumplen con las normas de sismoresistencia, las áreas complementarias son insuficientes y las redes eléctricas e hidrosanitarias son obsoletas.
Así las cosas, la Administración destinaría el terreno para la construcción de una nueva infraestructura que cumpla con los lineamientos técnicos que exige la norma en cuanto a funcionalidad, comodidad y seguridad, para responder al aumento de la demanda de cupos para educación primaria y secundaria.
Por el momento, la comunidad de Gualanday expondrá su postura en una sesión del Concejo programada para el miércoles 25 de octubre. Luego, se espera que la corporación tome una decisión frente al proyecto de acuerdo presentado por el Alcalde. De ser positiva, los estudiantes de la I.E. San Antonio entrarían a Gualanday como Pedro por su casa para ir a estudiar, y los de El Triángulo saldrían a buscar un nuevo terreno donde ubicarse.