Borrachos, peleas, prostitución, botellas en el piso: las cosas que diariamente ocurren en el Parque Liborio Mejía, ubicado a un lado de la capilla de la Parroquia Jesús Nazareno de Rionegro, opacan lo que debería ser un espacio público para el disfrute de todos los ciudadanos.
MiOriente recibió una serie de denuncias de lo que, según las personas del sector, son problemáticas que se vienen presentando especialmente desde el último año. Además de la presencia de personas en estado de alcoholismo y drogadicción, los jardines y los rincones del parque ya comenzaron a ser utilizadas incluso como baños públicos.
“Hemos enviado cartas a la Alcaldía solicitando que hagan el levantamiento de las personas pero ellos nos dicen que eso es competencia de los policías del cuadrante. Los policías vienen y los retiran, pero los alcohólicos regresan al ratico”, dijo a Adriana María Restrepo, secretaria del despacho de la Parroquia Jesús Nazareno.
De hecho, según testimonios recogidos por este medio, periódicamente se presentan peleas y hasta casos de prostitución, pues ya han visto a varias parejas teniendo relaciones sexuales detrás del busto de Liborio Mejía. Al respecto, el pasado 21 de septiembre la parroquia publicó en su perfil de Facebook un mensaje de alerta sobre la situación que se vive en el parque.
“Es inaudito que un espacio que debería ser para el libre esparcimiento y el compartir momentos especiales, se halla convertido en una cueva de podredumbre y descomposición. Hay noches en que los vecinos y los sacerdotes de la parroquia no pueden dormir a causa del bullicio. Pedimos a las autoridades competentes se apersonen de la situación y pongan orden”, dice el mensaje.
El secretario de Gobierno de Rionegro, Hernán Darío Álvarez, manifestó a MiOriente que los alcohólicos que antes consumían en el parque principal fueron desplazándose paulatinamente hacia el parque Liborio Mejía como reacción a la intervención de la Policía y la Subsecretaría de Convivencia y Control Territorial.
“Ya comenzamos a hacer nuevamente la intervención en el parque. Estamos adelantando labores de hostigamiento. Solo ayer tuvimos que retirarlos tres veces”, dijo el Secretario. La pregunta que queda en el ambiente es: ¿el parque Liborio Mejía de Rionegro será alguna vez un espacio para la cultura y la sana convivencia? Por ahora, parece que no.
