Un 17 de febrero del 1917, llegaron a Rionegro cuatro hermanas de la congregación Las Domínicas de la Presentación, provenientes de Bogotá. Enrutadas por el río Magdalena, llegaron cargadas de fe, audacia, valentía y mucha fortaleza. Tenían un único fin: construir el Colegio de la Presentación. Inicialmente, crearon una sede pequeña ubicada en el sector de San Francisco de este municipio, y allí recibieron alumnas de todos los municipios aledaños. Así inició una historia que ahora cumple cien años.
Con el pasar de los años y después de tener la institución conformada y con alumnas en sus aulas, deciden construir en 1968 una nueva locación, aplicando los diseños del arquitecto Gabriel Abisaad, creador de la estructura que hoy conocemos como Colegio de La Presentación. Hasta el momento tiene la capacidad de recibir hasta 800 alumnas, y durante décadas ha recibido a quienes se han encargado de escribir esta historia que cumple cien años, sus alumnas. Según la hermana Blanca Victoria Ramos, rectora del Colegio, “con la labor de todos, dentro del colegio surge la vida, la educación, los valores, los principios y la academia”.
