Las autoridades investigan los hechos en los que un bogotano se convirtió en la nueva víctima de escopolamina en Antioquia. Esta vez, lamentablemente, hablamos del caso que se presentó en un bar del municipio de Rionegro en días pasados.
La víctima, quien pidió que fuera reservada su identidad por cuestiones de seguridad, se encontraba con un amigo en el establecimiento ubicado en San Antonio de Pereira, cuando un hombre se les acercó, “de manera muy amablemente” y les entabló una conversación en la que les ofreció varios tragos.
De acuerdo con el relato de una de las víctimas, una de las bebidas que tomaron fue preparada con el licor que el hombre traía de una copa y no de la botella. “El sabor del trago estaba raro y eso fue lo último que recuerdo”, asegura el bogotano.
Al día siguiente, la víctima despertó en un hospital, donde supo que lo drogaron, al parecer, con sedante de caballo, y donde lo curaron de lesiones que sufrió en la cabeza. Al hombre le robaron las gafas, el reloj, los documentos, dos celulares y un millón 200 mil pesos en efectivo.
Su amigo también fue drogado, este despertó horas después en un bus del corregimiento Santa Elena. Aunque ambos interpusieron una denuncia en la seccional de Rionegro de la Fiscalía, hasta el momento alegan no haber recibido ninguna respuesta de los avances de la investigación.
MiOriente ha conocido, entre diciembre y febrero, al menos otros dos casos similares, en la misma zona y bajo el mismo modus operandi. Cabe entonces preguntarse, ¿se está convirtiendo la escopolamina en un arma usual para atracar personas en Rionegro?