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El reversazo del Alcalde de Rionegro sobre Sonrío: “cada lorito en su palito”

  • Del nuevo Sistema de Transporte Público que la Alcaldía de Rionegro pretende poner en funcionamiento en menos de dos meses bajo el nombre de Sonrío, se ha dicho de todo. La idea fue vendida a los medios de comunicación por el Alcalde de Rionegro como un salto al futuro en la modernización de los modos de transporte en el municipio, pues, según explicó el pasado jueves 21 de febrero, los ciudadanos podrían movilizarse durante una hora por la ciudad, y haciendo cuantos transbordos necesiten, pagando un solo pasaje de 2.700 pesos.

    Sin embargo, en un cambio inesperado de discurso, el Alcalde anunció en entrevista con El Colombiano que la tarifa ya no sería de 2.700 pesos sino de 1.700. Eso cambia completamente el panorama del debate público, pues en una semana la Alcaldía dio evidencias de lo que para muchos podría significar un juego infundamentado de la institucionalidad con la preocupación financiera de los ciudadanos.

  • La explicación

    MiOriente habló con David Quintero, gerente del Sistema Operativo de Movilidad, Oriente Sostenible (Somos), para intentar interpretar el vaivén de la institucionalidad. Según él, en Rionegro actualmente funcionan cerca de 422 vehículos de las empresas transportadoras que la Alcaldía espera que se adhieran al sistema Sonrío. En ese caso, dicha cantidad de vehículos en circulación permitiría el cobro de una tarifa de 1.700 pesos. Por el contrario, si los gerentes de las empresas de transporte se niegan a unirse a Sonrío, Somos tendría que iniciar una especie de licitación para que una empresa nacional o extranjera ponga a circular 170 busetas de última tecnología; en este escenario, el pasaje valdría 2.700 pesos.

    “Nosotros nunca establecimos formalmente que los pasajes quedarían a 2.700 pesos; lo que dijimos es que nunca superarían ese umbral. Cuando empezamos a revisar ese modelo, encontramos que, como queremos trabajar con los transportadores de Rionegro, no vamos a hacer la chatarrización y la reposición acelerada que pretendíamos. Rionegro necesita solo 170 buses para avanzar en su reestructuración al pasar de 38 a 16 rutas”, dijo Rendón.

    Diego Ospina Arbeláez, representante legal de la empresa Transportes Urbanos Rionegro, contrargumentó lo manifestado por el Alcalde, afirmando que el recaudo del dinero con la disminución del valor del tiquete (1.700) no alcanzaría para sostener el sistema. “¿Cómo van a repartir esos 1.700 pesos? Suponiendo que el pasajero haga un transbordo, ¿cómo van a repartir eso?, ¿de a 850 pesos? Con eso no sostienen ni una bicicleta. Es ridículo”.

    Justamente en la tarde del jueves 28 de febrero Somos le entregó a los gerentes de las empresas el decreto 082 que fija las políticas de reorganización del transporte y un documento adicional de políticas de 44 páginas. “Cuando salimos de la reunión nos dimos cuenta que el pasaje había quedado a 1.700 pesos. Hay una cantidad de improvisaciones que no sabemos entender”, agregó Ospina, quien aseguró que se sentarían a reorganizar el transporte siempre y cuando se establezcan unas tarifas adecuadas y con el tiempo adecuado para socializar las rutas, los pagos, etc.

    ¿Y las empresas intermunicipales?

    Si bien es natural que un municipio como Rionegro, que en años próximos podría comenzar a ser visto como una verdadera ciudad, se realicen cambios en su sistema de movilidad, parece que las propuestas que reúne el sistema Sonrío no llenan las expectativas de los gerentes de las empresas de transporte intermunicipales. ¿Por qué? Porque con Sonrío los buses de empresas como TransUnidos, Sotraretiro, Flota El Carmen, Sotramar, entre otras, no podrán volver a ingresar hasta el centro de Rionegro; deberán descargar a sus pasajeros en las que la Alcaldía ha denominado “estaciones satélite” ubicadas en Belén (autopista Medellín-Bogotá) y en La Morelia (Llanogrande), aumentando el costo del transporte diario de los usuarios flotantes y los tiempos de recorrido.

    “El Oriente se mueve en gran parte gracias al transporte público y aquí están tocando a la gente más necesitada. Son medidas muy apresuradas que no tienen en cuenta a las personas, porque los tiquetes de La Ceja a Rionegro van a aumentar 1.700 pesos y eso es una locura para las personas”, explicó Santiago Bernal, gerente de TransUnidos.

    De hecho, Andrés Julián manifestó, con la frase “cada lorito en su palito”, que serán los alcaldes de los municipios vecinos los que tengan la responsabilidad de dialogar con los gerentes de sus empresas de transporte intermunicipal para que disminuyan el costo de los pasajes, y que de ese modo la población flotante que llega diariamente a Rionegro no se vea afectada por los 1.700 pesos de más que comenzarán a pagar a partir de abril. Entre tanto, según las conversaciones que MiOriente ha sostenido con los gerentes, las empresas no parecen muy dispuestas a disminuir el valor de los pasajes.

    “El transporte intermunicipal tiene que reducirse sustancialmente. Ellos que por tantos años incluso han recogido pasajeros en el casco urbano de Rionegro cuando tienen prohibido hacerlo, ya no podrán porque llegarán únicamente a las estaciones dispuestas en la periferia. Por eso, deberán también reducir sus tarifas para darle un beneficio a los ciudadanos de los municipios vecinos”, manifestó el Alcalde.

    En este orden de ideas, los pasajeros que, por ejemplo, viajan de La Ceja a Rionegro en vehículos de TransUnidos, ya no llegarán directamente a la estación ubicada en el sector de La Terminal sino que serán descargados en Llanogrande. Allí, tendrán que pagar un nuevo tiquete y hacer un transbordo para llegar hasta el centro de Rionegro o el sitio de la ciudad al que se dirijan. De hecho, las personas que hacen esta ruta diariamente tendrán que pagar 3.400 pesos más cada día para llegar a sus destinos (816.000 pesos anuales), y salir 30 minutos más temprano de sus casas porque los tiempos de recorrido se alargan considerablemente. Lo mismo ocurrirá con la población flotante de El Retiro, Marinilla, El Carmen, Guarne, El Santuario, San Vicente y El Peñol.

    ¿Estamos preparados?

    Para Santiago Bernal, gerente de TransUnidos, “las casetas de Llanogrande no cumplen con los requisitos mínimos que debe tener una terminal por muy pequeña que sea. Son unas instalaciones precarias por ejemplo para el flujo de pasajeros de TransUnidos, porque en horas pico nosotros despachamos busetas con 20 pasajeros con una frecuencia de hasta tres minutos; eso va a colapsar a Llanogrande porque coincide con las horas pico de la gente que sale a trabajar a Medellín”.

    Por su parte, para Jorge Tobón, gerente de Sotraretiro, el proyecto de la Alcaldía de Rionegro es “un caso excepcional y único en el país que no ha pasado en ningún municipio de Colombia, y que nos tiene muy preocupados a las empresas y a los usuarios”.

    Este tipo de argumentos contrastan con las declaraciones entregadas a MiOriente por Karen Tobón, subsecretaria de Movilidad de Rionegro, quien dijo que los usuarios de otros municipios que no quisieran hacer los transbordos en las estaciones satélite, tendrán la opción de caminar o de usar las bicicletas del sistema BiciRío. Lo contradictorio es que, si el sistema de BiciRío no suele surtir de bicicletas a estaciones como Palos Verdes y San Antonio sino hasta pasadas las 8:30 a.m., ¿cómo hará en las horas pico con otras estaciones que eventualmente instale en Llanogrande y Belén? ¿Está preparado BiciRío, o incluso el sistema Sonrío, para recibir una población flotante de 4.800 personas que diariamente llegan a Rionegro solamente de La Ceja?

    ¿Quién recaudará el dinero?

    Se supone que Sonrío servirá para regular, organizar y optimizar la prestación del servicio de las empresas transportadoras, sus rutas, frecuencias y precios. Lo que pretende la Alcaldía es implementar una tarjeta integrada, o una aplicación móvil en el caso de ciudadanos que tengan teléfonos inteligentes, para cargar el valor de los pasajes, tal y como ocurre con el sistema del Metro de Medellín. De hecho, según datos de la Alcaldía, el 70% de los vehículos de Rionegro tienen tecnología instalada para el conteo de pasajeros, lo que ha permitido detectar a la fecha una densidad de 640 mil usuarios al mes.

    La bolsa de recursos del sistema será manejada por el municipio a través del Sistema Operativo de Movilidad, Oriente Sostenible (Somos). Tal y como lo informó el alcalde Andrés Julián a este medio, la idea es remunerar económicamente a los transportadores en función de las sillas que establezcan para movilizar a los rionegreros o el número de pasajeros que utilicen diariamente el sistema; en otras palabras, entre más pasajeros movilicen las empresas, más dinero les sería desembolsado por la Alcaldía.

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