Fernando Rendón, un empírico pero reconocido asesor en plantas de Rionegro, afirma que la mítica ceiba ubicada en un parqueadero privado del sector de San Francisco tiene, a lo sumo, 70 años. Se trata de un árbol legendario cuyas hojas dieron sombra durante décadas, y que fue testigo de parte importante de la historia de la Ciudad Santiago de Arma.
“Esa ceiba ya caducó, la raíz no durará más de dos años. La ahorcaron alrededor, la anillaron para que se muriera, le cortaron la corteza una cuarta y la corteza es por donde sube la savia y por donde el árbol se alimenta. Además le anularon las raíces, las cortaron con motosierra”, dice Rendón con la tristeza de verla morir lentamente durante años.
Y es que, en el 2013, el árbol fue víctima del llamado “anillo de la muerte”, una práctica clandestina que elimina la corteza del árbol formando un anillo o un aro de varios centímetros alrededor del tronco, impidiendo el paso de la savia desde las raíces hasta la copa.
Al respecto, Rubén González, que para entonces era el subsecretario Ambiental de Rionegro, indicó en su momento que la especie representaba un obstáculo para sus propietarios (que no son los actuales) y sus fines comerciales y urbanísticos, razón que explica el atentado contra uno de los ejemplares más famoso de la ciudad.
“Iniciamos un procedimiento sancionatorio que dejó una sanción económica en firme para los infractores, y una obligación de que se contratara un estudio con el Jardín Botánico para recuperar la ceiba. El Jardín Botánico hizo el estudio y en el 2018 dijo que la ceiba ya no era recuperable”, manifestó Javier Valencia, subdirector de Servicio al Cliente de Cornare.
Incluso el mismo Fernando Rendón sembró un injerto de dos metros al lado de la ceiba para darle oxígeno, medida que comenzó a mostrar resultados visibles, pero el injerto fue estropeado por desconocidos y la ceiba, por lo tanto, quedó sin esperanzas de vida.
¿Qué va a pasar con la madera?
Existen dos propuestas sobre el uso que puede dársele a la madera. Fernando Rendón propone, en calidad de ciudadano, que un artista rionegrero talle algún tipo de figura en el tronco.
“Lo que yo quiero es salvar el tronco, que alguien talle algo. ¿Por qué? Porque el árbol va a empezar a desgajar y eso va a causar daños. El tronco no se cae fácil porque no pesa, pero se va a deteriorar mucho. Va a quedar en madera basta, tipo corcho. Por eso es mejor tallarlo de una vez”, indica Rendón.
Sin embargo, según lo manifestado por Javier Valencia, los actuales propietarios del predio pretenden hacer un aprovechamiento de la madera, aunque no se conocen los fines concretos de su uso. Con todo, aunque Cornare y el Jardín Botánico dieron el permiso para tal fin, es necesario primero que el municipio desafecte la ceiba por cuanto está declarada como patrimonio cultural, desafectación que la autoridad ambiental lleva esperando desde hace por lo menos seis meses con el temor de que la caída de alguna de sus ramas genere daños a bienes o personas.
Contexto: Varios grupos de ambientalistas intentaron hace siete años salvar la histórica ceiba, declarada como bien de interés patrimonial en el 2014, justo después de que intentaran matarla. A partir de ese momento inició su deterioro y muerte lenta.
