A esa conclusión llegaron los corporados rionegreros luego de escuchar las opiniones de más de 20 representantes y líderes de diferentes sectores del Oriente, frente a las inconformidades que la comunidad tiene con la implementación del sistema de transporte Sonrío, por parte de la alcaldía de Andrés Julián Rendón.
La sesión descentralizada del Concejo se realizó en la mañana del miércoles 24 de abril en el auditorio del Centro Comercial San Nicolás, donde asistieron masivamente transportadores, estudiantes, comunidad en general y otros gremios de la región.
Según expresó Luis Alfredo Ospina, presidente del Concejo de Rionegro, la sensación que quedó en el ambiente fue de preocupación “al ver el clamor de la gente y la resistencia al proyecto Sonrío”. Además, Ospina fue claro en que a él la implementación del sistema le preocupó desde que se dio a conocer.
Lo que dijeron los ciudadanos…
En el transcurso de las ponencias fue tomando fuerza una voz generalizada hacia los concejales de Rionegro: “el deber que tienen como concejales con la gente que los eligió y la obligación de tomar cartas en el asunto”, tal y como lo expresó un estudiante de la Universidad Nacional, quien fue el vocero de la comunidad estudiantil.
El joven estudiante resumió en su discurso el reclamo que, según manifestó, tienen la mayoría de rionegreros para los concejales elegidos para representar a la comunidad: “hacer uso de las potestades legales y derogar las facultades que ustedes mismos (concejales) le dieron al alcalde Andrés Julián para que hoy esté llevando a cabo este proyecto (Sonrío) de manera tan violenta”.
De igual manera, Carlos Osorno, otro ciudadano asistente que tuvo la oportunidad de expresarse, realizó un análisis rápido explicando por qué el nuevo modelo de sistema transporte no es viable para las necesidades de la localidad.
“Rionegro y el Oriente se encuentran bajo ataque: los poderes económicos que están secundando a este Alcalde (Andrés Julián Rendón) lo que quieren es apoderarse de este territorio a través de imposiciones de tributos como la valorización; de obras raras como el tren ligero, con un endeudamiento brutal”.
Además, Osorno planteó una serie de posibilidades frente a los diversos proyectos que adelanta la administración local: “¿por qué con ese endeudamiento no hacen las vías necesarias, así la gente no paga valorización; una vez haya vías se monta un buen sistema de transporte, y si todo funciona bien, se monta un tren. ¿Cuál es la necesidad de hacerlo al revés?”
Como ellos, fueron muchos quienes tuvieron la oportunidad de poner sobre la mesa conclusiones que abordaron el tema desde la población rural hasta las personas con movilidad y capacidades reducidas.
¿Qué sigue por parte del Concejo?
Fue el concejal Ricardo Nieto quien al finalizar el encuentro le comunicó a los asistentes el compromiso al que habían llegado los corporados de citar a la Administración Municipal de Rionegro y a la empresa SOMOS a una sesión de control político, acuñando al anuncio tres reflexiones que se tendrán en cuenta para ese debate:
- Que en los prepliegos de la licitación para el proyecto no se contempla con determinación el aspecto ambiental.
- Que fuera del municipio, Sonrío no podría sostener un costo de 1.700 pesos como lo han anunciado
- Y los cambios abruptos en las dinámicas de movilidad para los usuarios que generaría el sistema.
Así entonces, se deja iniciada una nueva página en el largo y caldeado capítulo de Sonrío.