En las últimas horas se realizó la captura del ciudadano ruso, Andrei Ermakov, en el Aeropuerto José María Córdova, cuando pretendía viajar hacia Moscú llevando en su equipaje 8,5 kilos de clorhidrato de cocaína que estaban ocultos en un una maleta con doble fondo.
Según un informe de la Policía de Antinarcóticos, “este ciudadano había facturado el equipaje para enviar por bodega, y cuando estaba en la sala de espera, se le vio muy nervioso, por lo que las autoridades lo abordaron a fin de establecer si se trataba de una enfermedad para asistirlo con las unidades médicas ubicadas en el aeropuerto”.
El ruso inquieto por la presencia de los uniformados expresó en un escaso español que se encontraba bien. “Inmediatamente en la bodega se inició la búsqueda de su equipaje, y con el apoyo del canino antidrogas se dio la primera señal positiva de la presencia de alcaloides”, confirmó el comunicado.
En la revisión del equipaje, junto con el ciudadano ruso, se descubrió un compartimiento, o doble fondo, en su interior. Haciendo uso de las pruebas judiciales homologadas se determinó que la maleta estaba contaminada con clorhidrato de cocaína. El equipaje fue manipulado “en una modalidad de ‘encauchetado’, que consistente en un tratamiento químico que moldea y reemplaza las paredes del equipaje original por droga”, aclaró la Policía de Antinarcóticos.
Las autoridades continúan realizando las investigaciones pertinentes, con el fin de precisar si el ciudadano capturado hace parte de la mafia Tambovskaya que “viene ampliando sus tentáculos criminales no solo por Europa sino también en América”, concluyó el comunicado.
