“Hola amiga, iba a viajar y por el virus no podré. ¿Te puedo enviar una caja con unos computadores, celulares de alta gama y una ropa?”, así empiezan las conversaciones con los supuestos amigos que viven en el exterior, pero que en realidad es un estafador, suplantando la identidad de algún conocido.

El modus operandi consiste en que, tal como le ocurrió a una pareja de rionegreros que viven en España, una amiga les escribió por el Messenger de Facebook y les pidió recibir una caja. De inmediato y confiados en que era su amiga le dieron la dirección, cédula, nombre y contacto de una familiar de ellos en el barrio El Porvenir.

  • La familiar de la pareja fue contactada al instante por WhatsApp. El perfil tenía la foto de la amiga y el número del que se comunicaba era del exterior. Todo parecía coincidir. Pero en realidad estaban dando datos e información personal a unos estafadores que estaban buscando sacar ganancia a su creatividad.

    Los mensajes por las redes sociales pasaron a ser llamadas de los supuestos encargados de las aerolíneas o empresas de carga. En esas llamadas se escuchan al fondo las bocinas de un aeropuerto anunciando salida y llegada de vuelos (a pesar que los aeropuertos están cerrados).

    Ahí es cuando le piden consignar para no ser reportado en la DIAN. Piden sumas de dinero que oscilan entre los 2 y 3 millones de pesos y se deben transferir o consignar a nombre de personas naturales, para poder recibir el paquete que envió la amiga y no ser reportado en la aduana. La encomienda está altamente avaluada, dicen los estafadores, cuando se hacen pasar por los encargados de las empresas de aviación.

    Esté muy alerta para que no caiga en estas estafas que, sumadas a la del “tío, tío, soy su sobrino…” se convierten en las modalidades preferidas por los delincuentes. Si usted ha sido víctima de una de estas situaciones, recuerde poner la denuncia del hecho en la Fiscalía General de la Nación.

    Conozca la llamada completa de uno de los estafadores: