Supuestamente, en una finca de Rionegro hay un lobo en cautiverio; sin embargo, sus propietarios alegan que es un perro. Para establecer su naturaleza, Cornare tomó muestras que no fueron concluyentes. Las investigaciones continúan.
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Un examen genético es el único que puede despejar las dudas que generó la denuncia que interpuso una mujer en diciembre: “Allá tienen a un lobo que trajeron al país hace años, está encerrado y eso es ilegal”.
Diagnosticar su naturaleza ha sido difícil. El procedimiento no se puede hacer en Colombia porque el país no cuenta con la tecnología suficiente. Así las cosas, Cornare escogió a un laboratorio de Estados Unidos para hacer el examen. La entidad recolectó muestras de su pelo y heces, pero no recibió una respuesta favorable.
David Echeverri, coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare, informó que los elementos no sirvieron para el análisis por lo que se tuvo que importar un kit para la toma genética.
La muestra consiste en un raspado en la mucosa del carrillo de la boca del animal. El laboratorio también indicó que la muestra de sangre sí sirve, pero que debe tener unas condiciones muy rigurosas de temperatura, y teniendo en cuenta el tiempo de transporte, se hace inviable el envío desde nuestro país
relató el funcionario.
En el caso hipotético de que llegue a ser genéticamente 100 % lobo, la autoridad ambiental anticipó que dará inicio al proceso sancionatorio y a la repatriación del animal hacia su hábitat natural. A diferencia, si el diagnóstico evidencia que es un híbrido, se considerará como doméstico.
Mientras el resultado llega, el animal se mantiene bajo el cuidado de sus propietarios: "Se ha sugerido a los tutores la necesidad de ampliar su hábitat y realizar enriquecimientos ambientales con el fin de mejorar su calidad de vida", agregó David Echeverry.
Finalmente, el coordinador del Grupo de Bosques y Biodiversidad confirmó que en el animal no se ha evidenciado ningún signo de maltrato físico ni comportamental.
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