Un antiguo conductor de Uber, residente en Rionegro, relató a MiOriente lo que ha tenido que emprender una vez la plataforma de transporte más grande del mundo dejó de funcionar en el país. Además, mencionó las ventajas que tenía para los usuarios y conductores, y narró lo que está haciendo en la actualidad para ganarse la vida.
“El trabajo disminuyó casi en un 80% en cuanto al servicio; uno porque tiene sus clientes por aparte y se defiende, pero la afectación es muy evidente”, dijo el conductor de Uber que en semana se podría ganar 120 mil pesos aproximadamente y hasta 250 mil pesos los fines de semana, agregando que “la mayoría de las carreras se hacían en el casco urbano de Rionegro, seguidas de las carreras a los municipios vecinos”.
La aplicación de transporte salió del país porque, según la Superintendencia de Industria y Comercio, “prestaría un servicio de transporte individual de pasajeros en el que crearía la oferta y pondría a disposición de los usuarios el servicio”; por esto, estaría violando las normas que regulan el mercado y generando una ventaja “significativa” que crea una desviación de la clientela de Cotech, empresa de taxis que demandó a la plataforma.
A raíz de esta situación, miles de usuarios han mostrado su inconformidad. “es una aplicación que brinda seguridad para el usuario. Uno sabe a quién recoge y para dónde va; los pasajeros pueden compartir los datos del conductor, saber en qué parte está, cuanto le vale la carrera desde antes de montarse al carro, y eso lo diferenciaba de los demás servicios”, concluyó el exconductor de Uber.
De esta manera, muchos conductores que antes se dedicaban al Uber en Rionegro, alcanzaron a repartir tarjetas y seguir en contacto con sus clientes, otros migraron a otras plataformas similares.