La Feria de Ganado Cruz Gómez Hoyos de Marinilla, construida en 1983, cerrará sus puertas en una semana y, según el alcalde de la localidad, Édgar Villegas, no se trata de una decisión tomada por capricho. Este espacio de vital importancia para el campesinado de esta y otras localidades del Oriente Antioqueño, funcionará solo hasta el 23 de noviembre, justo ocho días antes de que entre en operación una nueva feria de carácter privado.
Según Villegas, el cierre de la feria se debe a que, en primer lugar, el Ministerio de Salud envió una solicitud ordenando que, ya sea la feria o el Hospital Juan de Dios, sean trasladados a otro sitio por cuanto ambas infraestructuras se encuentran demasiado cerca, lo que evidentemente representa riesgos de salubridad.
“La Dirección Seccional de Salud de Antioquia también nos ha hecho constantes requerimientos para que movamos la feria de ganado porque está en el corazón de la zona urbana, y existen olores ofensivos que atentan contra la salubridad pública”, indicó el Alcalde.
Otra de las razones por las que la feria dejará de funcionar es que los fines de semana, cuando hay mayor afluencia de vehículos que se dirigen hacia la zona de Embalses pasando primero por la calle 28 (que está al frente de la feria), colapsa la movilidad en este sector del casco urbano.
“La feria actual tiene licencia fitosanitaria hasta el 28 de diciembre, y nosotros tenemos que entender que las decisiones las tenemos que tomar en el momento; estoy tranquilo porque fue una decisión consensuada con los comerciantes, ganaderos y campesinos que son la razón de ser de nuestro municipio”, agregó Villegas.
¿Dónde funcionará la nueva feria?
La nueva Feria Comercial Ganadera de Marinilla, construida gracias a una alianza entre Cencogan y la Central Ganadera del Oriente, comenzará a operar el 30 de noviembre en un sitio avalado por Cornare y el Plan de Ordenamiento Territorial cerca al sector El Cordobés, en inmediaciones del retorno 18 de la Autopista Medellín-Bogotá.
De hecho, los comerciantes también se trasladarán hasta allí con la garantía de tecnificar sus actividades de preparación de alimentos y, en el futuro, un aumento de los días de feria entre semana según la demanda del campesinado.
Pero, ¿por qué un particular manejará la nueva feria y no la Administración Municipal? Según el mandatario local, la construcción de una nueva feria de carácter público implicaría la inversión de aproximadamente 6 mil millones de pesos, y el cumplimiento de los requerimientos técnicos del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) una inversión cercana a los 9 mil millones, dinero con el que, hoy por hoy, no cuenta el municipio.
“Son cerca de 14 mil millones de pesos con los que, a decir verdad, hacemos dos colegios. Una de las principales labores que tiene el Estado es generar salud y educación; por lo tanto, tenemos que tener hospitales y escuelas, pero no estamos obligados a tener feria ni plaza de mercado”, concluyó Édgar Villegas.
Así las cosas, la Alcaldía de Marinilla tenía dos opciones: (1) cerrar la feria y privar a los campesinos de las actividades que allí han desarrollado históricamente, o (2) cerrar la feria y hacer un empalme con otras instituciones para garantizar la continuidad en la prestación del servicio en otro lugar.
Lo cierto es que en el 2018 la feria generó ingresos por 116 millones de pesos, y egresos por 108 millones 500 mil, lo que para el Alcalde “no es un negocio para el Estado”. En cuanto a los 6.400 metros de tierra donde está ubicada la feria actualmente, se espera que sean destinados para futuros proyectos de infraestructura que garanticen más espacio público para los marinillos.