Con una comunicación escrita radicada en el Archivo Municipal, un colectivo de más de mil padres de familia expresó su respaldo al Alcalde de Marinilla, Gildardo Hurtado, por la entrada en vigencia de la estrategia de convivencia pacífica y seguridad ciudadana.
“Nos hemos unido a una sola voz, para expresarle por medio de esta carta nuestro más sincero agradecimiento[…]”, es parte del texto que surgió de una iniciativa ciudadana, luego de que hace un mes la Administración Municipal pusiera en marcha un plan para mejorar la convivencia y la seguridad. Leer también: Marinilla inauguró su Centro de Atención Integral a la Familia
El grupo de padres también se refiere a conversaciones sostenidas con los mandos de la Policía Municipal, en los que esta entidad manifestó que la disminución de los hechos que afectan la seguridad ciudadana han disminuido considerablemente desde el inicio de la estrategia.
El Alcalde de la ciudad, Gildardo Hurtado, dijo que se sentía satisfecho y tranquilo al ver la reacción de apoyo y compromiso de la comunidad, sobre todo en temas tan sensibles como la seguridad y la convivencia. Dijo además que encontrar eco positivo en los padres de familia, las instituciones educativas, las comunidades pastorales y las organizaciones sociales, entrega un mensaje de correcta orientación y positivos resultados para el propósito colectivo de convivir en paz.
La estrategia para mejorar los niveles de convivencia pacífica y seguridad ciudadana, que entraron en vigencia el 28 de febrero pasado, incluyen la reducción de los horarios de los establecimientos abiertos al público y de la Medida de Protección a Menores. Específicamente esta última, fundamentada en la Ley 1098 de 2006, es una de las medidas que más defienden los padres y que limita la permanencia de niños, niñas y adolescentes en el espacio público hasta las 10 de la noche.
Junto con la puesta en marcha del Centro de Atención Integral a la Familia, la Administración Municipal espera una disminución considerable de los eventos de alteración de la tranquilidad ciudadana, especialmente en la temporada de Semana Santa, en la que es tradicional el incremente de visitantes y habitantes radicados en el país que retornan al municipio para la celebración de las fiestas sagradas.
