Esa es la calamidad de muchas familias que pierden a sus seres queridos en medio de la pandemia ocasionada por el Coronavirus, un tiempo en el que algunos fallecidos en los centros hospitalarios son señalados y tratados como posibles casos de COVID-19.
La historia
Una familia de uno de los municipios del Oriente vivió ese drama. El señor de la casa sufrió cáncer durante dos años y fue llevado a una clínica de Medellín. Allí lo recibieron y le hicieron exámenes que, entre otras afecciones, le confirmaron que su riñón estaba comprometido.
Esto ocurrió un viernes y, según relata una de sus familiares, salió desde la casa con los signos vitales y la saturación muy baja. La EPS pidió un traslado de clínica, el cual se hizo efectivo al día siguiente. En esta clínica descubrieron que tenía el intestino perforado.
“El domingo le realizaron una cirugía. Nadie podía permanecer en la clínica durante la operación. Cuando salió nos avisaron que lo dejarían en coma inducido para monitorear la evolución de los signos”, narra la hija.
La noticia
Pero él nunca despertó del coma. Los llamaron para decirles que ya había fallecido y que era necesario que acudieran al día siguiente para reclamar el cadáver. Pero ese mismo día, otra persona de la clínica los llamó para informarles que no podían surtir ese trámite por tratarse del caso de alguien contagiado con COVID-19.
“En la clínica no lo pudimos ver”, comenta con la voz entrecortada la familiar. “Quien dio las explicaciones a la familia fue un joven de una funeraria quien fue para llevarlo a cremar, lo que nosotros no queríamos”.
Cuando el paciente ingresó el primer día a la clínica le practicaron, entre otros exámenes, la prueba del Coronavirus. Antes de que la funeraria se llevara su cuerpo, los familiares lograron demostrar que la prueba era negativa y así pudieron trasladarlo hasta el municipio de residencia.
Ya en la funeraria, los familiares encontraron que el cuerpo había sido embalado en plásticos, “sin siquiera quitarle los tubos que le habían puesto”. Esta situación desató el dolor e ira de la familia contra la entidad donde falleció el adulto.
¿Qué es lo que está pasando?
Esa pregunta se la hacen muchas personas que han tenido que despedir a sus seres queridos desde la distancia, sin ver su rostro para decir adiós y sin una ceremonia. Pero Colombia está en una pandemia y varias de las tradiciones fúnebres han debido cambiar.
Carlos García, director de la IPS Universitaria, dijo en el medio regional Telemedellín que, “gracias a la agilidad de la familia, quienes lograr demostrar que el paciente no era positivo, mostrando una prueba que le habían realizado anteriormente en la clínica desde la que fue remitido, pudieron descartar la sospecha y evitar la cremación.
“Se tenía la información de que en otra IPS le habían hecho la prueba, que resultó negativa, se conoció el resultado y no se siguió el protocolo del Ministerio. La institución obró desde lo técnico”, dijo el director García, quien afirmó que se pudo haber mejorado el proceso comunicacional del caso, informando a los familiares el debido proceder con esos diagnósticos.
Además, el director de la IPS Universitaria confirmó que en el caso de los pacientes positivos o con sospecha de COVID-19, “el cadáver se embala tal como falleció, con tubos, con sondas, se le deben cubrir los orificios que tiene el paciente con algodones y una sustancia desinfectante en dos bolsas. Es un tema muy rudo y duro, pero es la forma en que todas las organizaciones deben trabajar para cumplir con los protocolos”.
Es por ello que, ante los casos en los que una persona fallece por el virus o enfermedades relacionadas a los antecedentes de este, por determinación de los protocolos del Ministerio de Salud y Protección Social, se deben de seguir rigurosos protocolos de seguridad por el riesgo que podría implicar un cuerpo.
Los familiares del difunto hicieron un llamado a mantener la dignidad humana y verificar las pruebas antes de tomar decisiones sobre los pacientes sospechosos que fallecen, pues de ser tratados como posibles casos de COVID-19 sin serlo, como ocurrió en el caso de ellos, todo termina siendo una experiencia traumática para las familias.