En días pasados, el presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, durante su visita al departamento del Magdalena, sancionó la Ley de Páramos y la Ley de Cambio Climático. Según el Ministerio de Medio Ambiente, esta ley contribuye al cumplimiento del compromiso adquirido frente al Acuerdo de París para reducir el 20 % de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmosfera, proyectadas al año 2030.
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Aunque la ley ya es un hecho, al anunciarse su creación, tanto Cornare como las demás corporaciones autónomas regionales (CAR) de Antioquia, expresaron su preocupación por la nueva aprobación del Congreso de la República, por cuanto para las CAR se pondrían en riesgo los recursos con los que estas realizan sus funciones de control, seguimiento y protección del patrimonio ambiental.
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Según las autoridades ambientales, los recursos que perciben las CAR comenzarían a ser transferidos al Fondo Nacional Ambiental (FONAM), perjudicando la autonomía administrativa y ejecutiva porque se abre la puerta a la centralización en el manejo de los recursos desde Bogotá y no desde las regiones, donde realmente se conocen las necesidades puntuales en materia ambiental.
Sin embargo, el domingo 22 de junio, en Aquitania, el Ministro Luis Gilberto Murillo ratificó que esta es una ley “muy buena” y que contrario al temor de las corporaciones ambientales, lo que hará es destinarles más recursos. Aunque Murillo entendió la inconformidad de las corporaciones, fue enfático en que no se centralizarán los recursos.
“Les vamos a dar más recursos a las corporaciones. Lo que hicimos ahora fue que creamos una mesa técnica para poder sacar una reglamentación que deje claro que no se le quitan recursos a las corporaciones con esta ley, ni se centralizarán; por el contrario: les vamos a dar más recursos”, explicó el jefe de cartera.
