Dos de ellas ya fueron entregadas a los niños de las escuelas rurales de Chalarca y Chuscalito y la otra será instalada este año en la vereda San Francisco.
La razón por la que cerca de 300 niños menores de 10 años ahora consumen agua potable, se debe a un proyecto que se ejecutó en estos centros educativos rurales, denominado “agua para la educación, educación para el agua”, el cual consiste en unos tanques de almacenamiento de agua con su respectivo sistema de tratamiento, que se convierte en agua apta para el consumo de los estudiantes beneficiados.
Luego de la gestión adelantada por la actual administración de La Unión, ante la Fundación de Empresas Públicas de Medellín, se obtuvo el convenio que hizo posible materializar este proyecto que permite reducir un poco el índice de enfermedades gastrointestinales, que según el alcalde del municipio Alexander Osorio, es muy alto a causa de la mala calidad del agua ingerida.
Este logro hace parte de un proceso de investigación que llevó a cabo la administración municipal de la localidad, “nos ponemos en la tarea de estudiar en dónde teníamos dificultades con el tema de agua potable, ya fuese porque faltaba acueducto o si lo había, pero sin planta de tratamiento”, explicó Osorio, señalando también que esta veredas fueron elegidas porque en ellas había un alto número de estudiantes que estaban consumiendo agua de muy mala calidad, resultado que incluso la Universidad de Antioquia ya había encontrado.
A partir de allí, la propuesta de las plantas de tratamiento se hizo ante la fundación de EPM y hoy, ya con dos plantas construidas y con la posibilidad de construir la tercera en la vereda San Francisco, se da un parte de tranquilidad a quienes acuden a estos centros educativos, gracias a obras que traen consigo un impacto positivo y donde la administración municipal no tuvo que hacer ningún aporte.