El exceso de importaciones de la leche y el bajo consumo, hacen que cada vez la situación sea más complicada.
Cientos de productores de leche del Oriente de Antioquia madrugan cada día, de domingo a domingo sin descanso. A las cuatro de la mañana en promedio, dejan sus hogares para recolectar el líquido así sea para venderlo sin ninguna ganancia, porque sea cual sea la situación del mercado las vacas no dan espera al proceso de ordeñado.
El panorama actualmente no es alentador, “la situación en la región en cuanto a la leche es difícil porque tenemos que partir del hecho que a nivel mundial se sigue presentando una enlechada, la leche en polvo en todos lados está muy barata”, comenta Luaskin Arley Pérez Ocampo, gerente de la Cooperativa Multiactiva de Ganaderos y Productores de Leche del Oriente Antioqueño, Unilac.
Justamente el consumo de leche en polvo se ha extendido en todo el mundo porque se considera la mejor forma de conservar la leche, es de fácil almacenamiento y trasporte, sobre todo en épocas de sobreoferta del producto, sin embargo, esto no es un parte de tranquilidad para los lecheros del Oriente ni para Unilac, que acopia más o menos un millón de litros diarios recolectados por más de 800 productores de cinco municipios de la zona pero no cuenta con una planta pulverizadora propia y mucho menos cerca.
Otra escena en la historia la vive Colanta, empresa que en días anteriores anunció en un comunicado a sus asociados que “inició la normalización en la recolección de leche gracias a las compensaciones establecidas por el gobierno nacional para reanudar sus exportaciones y a la ampliación del procesamiento de los excedentes lácteos”.
Mientras tanto, en Unilac, pese a recoger con normalidad la leche para que los campesinos no se vean afectados “para venderla tenemos unos precios muy bajitos y en algunos casos la industria no la compra y nos toca llevarla a otra ciudades para pulverizarla y guardarla, eso hace que la cooperativa tenga cero utilidad” aseguró Luaskin. Aquí las condiciones no son las mismas.
Ya mucho se ha dicho que la solución a esta crisis que afecta sobre todo a los pequeños y medianos productores lecheros del Oriente, sería contar con una planta pulverizadora, por esto, el gerente de Unilac adelanta diálogos con el ministro de agricultura, Aurelio Iragorri, específicamente para plantearle la necesidad que apoye el proyecto de construir una concentradora de leche lo que representa un paso previo a la pulverización, “para ese proyecto ya la Gobernación de Antioquia había hecho un aporte, el municipio de La Unión otro y necesitamos un empujón del Ministerio, el Ministro quedó muy comprometido con conseguir esos recursos”, aseguró Pérez.
Mientras la espera de soluciones sigue, cada mañana los lecheros deben dejar la cama a las cuatro de la madrugada como de costumbre para ordeñar cada una de las vacas, muchos de ellos con ganas de dedicarse a otra cosa aunque no sepan hacer nada más.
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