“En cualquier momento bajan las banderas para dar inicio a esta carrera en el Hipódromo Los Comuneros de Guarne, Antioquia. ¡Atención!, ¡suenan los timbres!, larrrrrrrrrrgan a carrera los caballos, pica en punta el ejemplar número uno, lo sigue muy cerca, pegado a las barandas, el ejemplar número dos, repunta, toma ventaja…”.
Así, cada sábado, Jorge Humberto Morales Rodríguez, conocido como “Moralito”, siguió con su voz el galopar de los miles de ejemplares equinos que dejaron las huellas de sus cascos en la pista del Hipódromo Los Comuneros durante 12 años.
En el 2008, luego de una crisis financiera del escenario de competencias equinas, según “Moralito”, desatada por la mala administración de una empresa panameña, Los Comuneros cerró sus puertas luego de haberse convertido en el epicentro del movimiento hípico en el país.
Sus tribunas recibieron espectadores y apostadores no solo de varias ciudades de Colombia, sino de países como Estados Unidos, Panamá y Venezuela; pero el buen momento no superó los intereses de inversionistas estadounidenses, y el olvido fue el destino inminente para las pistas de Los Comuneros.
Aunque las carreras de caballos se reactivaron en el departamento del Cesar en el año 2012, con la apertura del Hipódromo San Francisco, su actividad fue fugaz y tres años después Colombia se quedó nuevamente sin escenarios para los aficionados de esta actividad.
Aún frente a este panorama, el eco del galopar de los caballos que hicieron su paso por Los Comuneros todavía retumba en los oídos de “Moralito”, y, desde hace algún tiempo, este hombre se montó en el sueño de abrirlo nuevamente.
¿Es posible?
Actualmente el hipódromo pertenece a la Organización Ardila Lülle y es, según Jorge Humberto Morales, una reserva ecológica que por ley no se puede intervenir. “Por ese terreno corre una quebrada de agua cristalina que debe preservarse”, asegura el periodista, razón que para él hace más factible reactivar la actividad equina en el sitio, máxime cuando las instalaciones no requieren de intervenciones significativas en infraestructura.
“Habría que guadañar, retirar tierra con una retroexcavadora, adecuar las barandas que están malas, peinar la grama, adecuar algunas tejas, habilitar cabinas de radio y televisión, limpiar las líneas y delinearla. La pista está buena”, menciona el hombre que narró cada una de las carreras que allí tuvieron lugar.
¿Quién da la última palabra?
La habilitación de este tipo de competencias, aunque son reguladas por Coljuegos, pertenece a las administraciones departamentales. En este caso, la Gobernación de Antioquia sería la encargada de darle nuevamente vida al escenario.
El gobernador Luis Pérez ha manifestado, según indica “Moralito”, tener una deuda con el departamento en este aspecto, pues tal y como lo manifestó en el 2016 cuando ambos conversaron en el despacho de la Gobernación, “es uno de mis planes, lo prometí en campaña, construir un hipódromo o retomar Los Comuneros”.
Aún con estas promesas, “Moralito” asegura que hace falta voluntad política, incluso teniendo en cuenta que las apuestas hípicas generan ganancias que van directamente al presupuesto destinado para la salud en el departamento.
¿Y qué ha pasado?
El próspero mundo de las apuestas en carreras de caballos genera en países como Estados Unidos hasta 40 millones de empleos directos e indirectos en verano, época en la que más se practican las carreras. En Guarne, entre 1993 y 2008 se generaron 3.500 empleos directos e indirectos gracias al funcionamiento de Los Comuneros.
El sostenimiento de este tipo de espacios, recalca el periodista, debe unificarse con alianzas público-privadas, teniendo en cuenta que las apuestas “lo son todo”. Los Comuneros no son ajenos a la mira de empresarios dedicados al azar. Ya una organización mexicana llamada Grupo Caliente le envió una propuesta a la Organización Ardila Lülle para reactivar las carreras de caballos en el país. Sin embargo, aunque parece haber voluntad, todavía no es suficiente para convocar a todos los actores y echar a andar el proyecto.
El reto
Teniendo en cuenta que el veredicto final corre por cuenta de la máxima autoridad en Antioquia, para “Moralito” el reto está en que “la gente, la Alcaldía de Guarne, al ser la mayor beneficiada, se movilice y le manifiesten al Gobernador la necesidad de poner sobre la mesa la apertura nuevamente de Los Comuneros”. A la fecha, la estructura vacía y abrazada por el paso del tiempo deja una incógnita: ¿volverán a galopar?
Así eran las carreras: