Las imágenes que dejó el evento hablan por sí solas a cerca del contundente éxito del Tercer Festival de la Chicha y la Agricultura que vivió El Santuario el sábado 29 de junio. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos; campesinos, estudiantes, profesionales y empíricos de diferentes oficios se dejaron convocar por la bebida artesanal a la que, desde hace un par de años, jóvenes santuarianos dignifican con tesón y en un silencio pretencioso.
Entre las actividades académicas y culturales propuestas en la agenda del evento, sus organizadores estiman un flujo que superó las 2.000 personas, entre ellas, productores que constantemente se están formando en asuntos de preparación y salubridad para el correcto consumo.
Colectivo Montaña tiene por nombre el grupo de personas que un día decidieron darle vida al sueño que en su tercera versión dio una cátedra magistral de evento regional. Juan Pablo Giraldo, uno de los integrantes, explicó que al inicio el objetivo era “compartir alrededor de la chicha y que la bebida fuera una excusa para generar discusiones frente a temas como la alimentación, la pérdida de semillas y los agrotóxicos, que, a la fecha, ya dio paso a una conversación que es regional”.
Por su parte, Santiago Larrea, otro de los promotores, resaltó que “le hemos puesto mucho empeño a organizarnos, a crear el proceso comunitario y asociativo donde nos hemos articulado varios colectivos, y en esta versión se generó un resultado que no nos sorprende porque hemos trabajado por ello; pero que sí nos alegra y, sobre todo, nos responsabiliza para el próximo año”.
¿Por qué la Chicha?
Para los colectivos vinculados, la Chicha (bebida fermentada de maíz) ha sido la razón de muchos fenómenos regionales y en ella han encontrado una discusión que tiene que ver con la identidad del territorio.
Daniel Santiago, miembro del Taller El Drago, que también hizo parte del festival, expresó que la Chicha, como bebida ancestral, hace parte de la memoria milenaria de los pueblos que “en época de nuestros abuelos y antepasados, era el alimento con el que se refrescaban, con el que se atendían las visitas y con el que se recargaban de energía para seguir sus labores campesinas”. Por eso, para ellos, es un elemento cohesionador de región que tiene mucho que contar y por ello iniciativas como el festival.
El evento, que anualmente ha contado con jornadas académicas, en esta versión abrió espacio para dialogar con expertos como Wilmar Lince y su ponencia Campesino: ¿trabajador agrario sujeto de derechos?, y Jámer Ramírez con su Contextualización y diálogo de saberes sobre el qué hacer campesino.
Entre tanto, todo el sabor de la tierra convertido en Chicha de distintos sabores, y producida en varias fincas de la región por diferentes chicheros, estuvo acompañado durante varias horas por los mensajes y los sonidos de grupos como Canas Sabias, Aramara, Raíces, Tabaco y Coca la Tropa Sikuris Aburrá y la Banda de Flautas Chicha y Guarapo, en lo que desde El Santuario se proyectó como un evento de región.
