Por: Alejandra Franco
Es doloroso caminar por las calles de este hermoso pueblo y ver cómo su patrimonio arquitectónico se desploma ante los ojos cómplices de la mayoría de guarceños.
Casas coloniales de paredes claras, techos altos, ventanas imponentes y puertas de colores relucientes han sido el resguardo de numerosas familias, y el lugar donde crecieron muchos de sus habitantes; y han visto como los caminos de tierra fueron cubiertos de cemento para ser transitados por un sinfín de personas que llegan de otros lugares atraídos por la tranquilidad que les ofrece El Retiro.
Estas casas patrimoniales que son parte indisoluble del origen y la memoria física que caracterizan y dan identidad, son las mismas que ahora están abandonadas a merced de la lluvia y el sol, habitadas por una cruel soledad. Se rumora que las están abandonando para que los años las derrumben y se puedan construir nuevas edificaciones.
El Plan básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) ordena decretar normativas para conservar los inmuebles localizados en la zona de preservación urbanística y arquitectónica. El artículo 63 del PBOT del municipio está encaminado “a la valoración, protección y recuperación de elementos significativos o altamente representativos de la evolución de la cultura arquitectónica y urbanística del municipio, procurando la preservación de sus características urbanísticas, ambientales y paisajísticas. Las zonas a las que se asigna este tratamiento, tienen limitaciones diversas en relación con la transformación de la estructura física. Este tratamiento se le asigna al Centro Tradicional del municipio.”
Muchas de esas casas están ubicadas a una cuadra del parque principal, lo que hace parecer que lo consignado en el PBOT es letra muerta. Aunque la Administración Municipal hace un descuento del impuesto predial a los propietarios de estos inmuebles, para que sean ellos quienes se encarguen del cuidado y mantenimiento, la medida no ha dado frutos. Muchas veces, a pesar de la voluntad de los propietarios por conservarlas, estas casas pueden convertirse en un verdugo económico. Hay quienes se han hecho los de la vista gorda, dejando estas construcciones a merced del olvido.
Aunque fue infructuoso intentar acceder a una entrevista, los funcionarios de la Secretaria de Planeación Municipal que se pronunciaron al respecto aseguraron que la arquitecta encargada del patrimonio en el municipio había renunciado “hace unos meses”. Esas casas viejas que hoy poco valoramos, mañana serán solo un recuerdo si continúa la indiferencia ante su marchitez.
Surgen entonces dudas sobre qué importancia le estan dando las entidades encargadas a estas casas que son símbolo de la historia del municipio. ¿Será que últimamente solo les preocupa el crecimiento urbanístico? Para nadie es un secreto que El Retiro, en los últimos años, ha transformado sus verdes paisajes en altos edificios que se imponen sobre los pinos y campos. Quizá toda la atención se ha desbordado hacia el afán por crecer y son escasas las voces que llaman a la conservación del patrimonio. Permitir que estos bienes culturales se desvanezcan es renunciar al legado que han dejado generaciones anteriores. ¿Qué será de un municipio que no preserva su historia?
El hogar de nuestros padres y abuelos serán pintorescas y hermosas casas que solo veremos en álbumes familiares. “Casas viejas que el tiempo bronceó, patios viejos color de humedad con leyendas de noches de amor… y hoy sumisos los veo esperar la sentencia que marca el adiós y allá van sin rencor”.