La tienda de la esquina. Ese sitio emblemáticos de los pueblos paisas que con los años llegó a ser, más que despensa, punto de reunión. Y los tenderos. Esos señores, generalmente ancianos de sombrero, bien conocidos y respetados por todo el barrio, fiadores y “buenagentes”, que surtieron a familias, pobres y ricas, de todas las viandas que uno se pueda imaginar, y sin los cuales la economía de los municipios hubiera colapsado.
Las tiendas y los tenderos tejen una sola historia que habla de emprendimiento y pujanza; una historia que ha construido los imaginarios de los pueblos de la infancia. En ellas, las tiendas; y en ellos, los tenderos, puso los ojos El Retiro, porque entendió que son más importantes para el comercio y la economía local que las mismas cadenas internacionales de mercado.
En Colombia hay 215.000 tiendas de barrio, el canal más típico para comprar, mismas que representan el 42 % en el mercado nacional. El Retiro no es ajeno a esta tendencia, allí existen 42 tiendas en la zona urbana y 26 en la rural, para un total de 68; tiendas cuyos productos son consumidos en los mismos establecimientos en casi la mitad de las compras. El 50 % de estos negocios tienen más de 10 años, y el 85 % están formalizados. Quién lo creyera. 56 tiendas de El Retiro son el sustento de familias de hasta seis personas, y generan 164 empleos que, fuera de los mismos tenderos, 71 son para hombres y 64 para mujeres.
Todo esto lo sabemos gracias al convenio firmado entre El Retiro y Fenalco para el Fortalecimiento del Canal TAT (tiendas y minimercados), lugares donde se venden en su mayoría abarrotes, lácteos, cárnicos y, en algunos casos, frutas y verduras.
“El alcalde Camilo Botero pasó por la Cámara de Comercio y tiene muy clara la dinámica económica de la región. Por eso el interés de él es robustecer los canales de tiendas, para que se sigan fortaleciendo y contribuyendo a la dinámica económica municipal”, dijo Juan Camilo Bravo, secretario de Productividad, Competitividad y Desarrollo de El Retiro.
El convenio constó de cuatro etapas: Caracterización, Transferencia de conocimientos, Relacionamiento comercial y Conformación de la mesa sectorial; todo esto enmarcado en la estrategia llamada Mi tienda amigable con el medio ambiente, donde se abordó la responsabilidad social y ambiental de los tenderos.
CARACTERIZACIÓN: se efectuó un proceso de recolección de datos como porcentajes de consumo de los clientes, nivel educativo de los tenderos, antigüedad de los establecimientos, número de personas que dependen de la actividad comercial, entre otros.
TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS: fueron 20 horas de capacitación sobre cinco ciclos de formación, donde los tenderos se apropiaron de la idea de que son empresarios y que son fundamentales para la dinámica económica del municipio. Aprendieron conceptos básicos de mercadeo y ventas; compra y rotación de inventarios, y formalización empresarial. Además, se realizaron 30 asesorías con expertos que validaron los cinco componentes de competitividad en un proceso de retroalimentación.
RELACIONAMIENTO COMERCIAL: los tenderos de El Retiro aprendieron a relacionarse con su cadena de proveedores, y a analizar los potenciales proveedores que están ubicados en el mismo municipio.
CONFORMACIÓN DE LA MESA SECTORIAL: por último se identificaron los tenderos con mayor capacidad de liderazgo, y que estaban interesados en apoyar el desarrollo del sector. Ellos seguirán desarrollando un plan de trabajo con unos intereses específicos a trabajar en el 2018.
“Exaltamos que la Alcaldía reconozca y le dé fuerza a los tenderos como actor fundamental de la economía del municipio, porque el ciudadano de El Retiro, independiente de su estrato social, sigue yendo a la tienda y allí se sigue abasteciendo del 54 % de los productos básicos de la canasta familiar”, expresó Natalia Echeverri, gerente Regional de Fenalco Antioquia.
El programa, en el cual la Alcaldía invirtió 50 millones de pesos, duró cuatro meses exactamente (del 15 de agosto al 15 de diciembre), y fue, más que una apuesta por la capacitación de los tenderos, un reconocimiento a la labor de los empresarios de este sector que empíricamente se ha desarrollado a la par con la comunidad y casi de manera orgánica.
“Los resultados son muy positivos y vemos que se pueden seguir fortaleciendo estos canales. Se lograron beneficiar específicamente 30 tenderos con asesorías directas en los sitios, y están muy motivados en generar esa sinergia entre ellos mismos”, concluyó el Secretario de Productividad.
En suma, las tiendas de El Retiro, que llegan a cumplir hasta 100 años de antigüedad, representan con excelencia la historia de la economía a baja escala de los pueblos de Antioquia, porque además atienden desde el mostrador y no se conforman con el autoservicio. ¡Buenos paisas!