El 14 de agosto de 1997, en una finca ubicada en el sector La Herradura de El Retiro, murieron seis aserradores en una masacre que cometieron “Las Convivir” con ayuda de grupos paramilitares y miembros de la Policía y el Ejército Nacional de Colombia. Así lo determinó el Consejo de Estado al emitir la condena a la Nación por su responsabilidad en estos hechos.
La Sección Tercera del Consejo reveló, tras las investigaciones, “la aprobación por parte de la Fuerza Pública con las operaciones adelantadas por estas agrupaciones, que en aras del exterminio de la insurgencia, perpetraba masacres, desapariciones forzadas y toda clase de violaciones a los derechos humanos frente a la mirada impávida de los agentes llamados a proteger la vida en integridad personal de los habitantes del territorio, con quienes además mantenían una constante y fluida comunicación que facilitaba la identificación de las posteriores víctimas”.
Según el Consejo, la masacre habría sido perpetrada por los grupos como una “limpieza social”, figura bajo la cual se cobraron muchas vidas en la época de los años 90, donde Antioquia, y en especial el Oriente, vivió la crueldad de la violencia.
Mensajes en dispositivos buscapersonas, también conocidos como beepers, recolectados por la Fiscalía y la Procuraduría General como material probatorio sobre los encuentros de la Fuerza Pública con grupos paramilitares, fueron tenidos en cuenta por la corporación para determinar la condena al Estado.
Mientras el gobierno repara, a raíz de la sentencia, a las víctimas de este hecho, el Consejo ordenó al Centro de Memoria Histórica, mediante su Programa de Derechos Humanos y Memoria Histórica, la preservación de la presente sentencia y la custodia y conservación de su archivo, “con el fin de que integre y fortalezca el patrimonio documental histórico del conflicto armado en Colombia y el padecimiento de sus víctimas”.
