En La Ceja son 33 personas las que han dado positivo por COVID-19 desde que comenzó la pandemia, de los cuales seis de esos casos pertenecen a una misma familia, quienes desde hace un mes viven una pesadilla, no solo por tener el virus, sino por la estigmatización de la ciudadanía.
MiOriente habló con una de las pacientes, quien relató cómo fue el inicio de la enfermedad, la difícil situación económica que atraviesa, el nacimiento de su hijo y todo lo que ha sucedido desde que fue diagnosticada con COVID-19.
“El 31 de mayo amanecí con una congestión nasal, algo así como gripa y me desplacé a trabajar el primero de junio y de allí me remitieron a urgencias del hospital y el médico no me tocó para nada, me preguntó qué síntomas tenía, le dije que había perdido el gusto y el olfato, me mandó a una habitación sola y una bacterióloga me hizo la prueba; luego, el 3 de junio, me dijeron que fui positiva”, relató la joven que en ese momento estaba en embarazo.
La noticia tomó por sorpresa a la mujer, más aún cuando vio que en redes sociales un vecino publicó sus datos dando a conocer que tenía COVID-19. “En un perfil de Facebook él estaba diciendo que yo me mantenía en la calle, que estaba infectada y prácticamente me hacía sentir como una basura. Eso fue bastante duro para mí; incluso, todo eso que estaba pasando me afectó tanto que mi bebé se vino de 33 semanas”, agregó la ciudadana que ya puso en conocimiento de las autoridades el caso.
La paciente también relató que al sentir que iba a dar a luz se desplazó hacia la Clínica San Juan de Dios de La Ceja donde, según dice, no recibió el trato adecuado, aunque sí fue atendida; posteriormente la Secretaría de Salud dispuso un vehículo para llevarla a la Clínica Somer en Rionegro. Sin embargo, al nacer su hijo no lo pudo cargar en sus brazos, ni siquiera lo conoce, debido a que inmediatamente lo trasladaron a una habitación y aún permanece en el centro asistencial, mientras que ella continúa aislada en su vivienda.
“Mi bebé tiene 20 días de nacido y solo lo conozco por fotos, eso ha sido demasiado difícil para mí, no veo la hora en que me recupere para verlo y poderlo cargar”, manifestó entre llanto la mujer que, además, habita en una casa junto a otras 10 personas, de las cuales seis en total están infectadas por el virus.
Precisamente, en el hogar hay cuatro habitaciones, dos la ocupan pacientes positivos y las otras dos las personas que no están contagiadas. Debido a que todos deben permanecer aislados, no pueden desplazarse a trabajar, no tienen ningún ingreso y la alimentación es una de las principales dificultades de esta familia.
“En este mes solo hemos recibido un mercado, en la Secretaría de Salud dicen que hacen seguimiento, pero no es así, yo solo he tenido contacto con la psicóloga Viviana y es porque fuera de lo profesional, somos amigas, de resto no. De hecho, llevamos insistiendo para que nos hagan otra prueba y saber si ya estamos recuperados, pero no nos resuelven nada”, agregó.
Finalmente, la paciente hace un llamado a los cejeños y habitantes del Oriente en general para que no estigmaticen a las personas que resultan infectadas, esto a raíz de que en supermercados y tiendas del barrio Montesol, donde reside, ya no les llevan los domicilios, sino que son los mismos vecinos quienes los han ayudado con víveres en este momento de crisis.
“Mi mensaje para todos es que si se dan cuenta que hay un positivo en la cuadra, no hagan comentarios, no los discriminen. A nosotros no nos falta el angelito que se ha dado cuenta de la situación y en vez de criticar nos ayuda, eso es lo que debemos hacer todos, colaborarnos entre sí porque a cualquiera le puede pasar”, concluyó la joven que desconoce cómo fue que contrajo el virus.
¿Qué dice la Secretaría de Salud?
1. La administración nunca ha difundido en los medios información del caso positivo, ni ha expuesto sus datos personales.
2. En la clínica se le brindó la atención necesaria, y se le remitió a la clínica SOMER dado que la clínica San Juan de Dios no cuenta no UCI neonatal.
3. La Secretaría de salud le brindó transporte para desplazarse en todo momento para la atención médica en la clínica San Juan de Dios y la Somer.
4. Cuando la familia ha manifestado dificultades para la alimentación se les brindó complementos nutricionales, acorde a la cantidad de familiares, es decir, solo lo han manifestado una vez.
5. El seguimiento que se hace por parte del equipo de vigilancia epidemiológica, es bilateral, es decir, la secretaría se pone en contacto con la paciente o viceversa.
6. La psicóloga Viviana hace parte del equipo de trabajo de la secretaría de salud y una de sus funciones es brindar atención a las familias covid-19. No tienen relación cercana con la persona en mención, pero en años anteriores han tenido una relación profesional-paciente.
7. Cabe resaltar que la toma de la prueba es responsabilidad de la EPS y la secretaría no toma dichas pruebas, incluso ante la ausencia de respuestas de las EPS en varias ocasiones hemos asumido las pruebas a la familia a la que se ha hecho referencia, en total se aplicado 5 segundas pruebas, las cuales salieron positivas nuevamente.
8. Cabe resaltar que además del recién nacido, en la familia hay un menor en etapa de lactancia y en su momento requirieron de valoración medica en su domicilio, la cual fue suministrada por la secretaría de salud.
De igual manera, a través de un comunicado de prensa, la Clínica San Juan de Dios dio a conocer su versión sobre lo relatado por la paciente:
Boletín de Prensa 009 - Clí... by Juan Pablo Tabares Ortega on Scribd