Mientras un par de “campaneros” vigilaban a las afueras del Pasaje Comercial San Francisco, en El Carmen de Viboral, otros seis ladrones rompían uno de los muros del Banco de Bogotá desde el local contiguo que habían alquilado días antes para efectuar el robo.
El botín: cerca de 60 millones de pesos categorizados en varios fajos de billetes porque las bolsas repletas de monedas no cabían por el agujero que abrieron en uno de los compartimientos de la caja fuerte.
Habían ingresado al local comercial desde la tarde del sábado, y permanecieron allí, escondidos y en silencio, hasta que no hubiera moros en la costa para ejecutar el robo cinematográfico que se extendió hasta la madrugada del domingo.
Según el coronel Néstor Armando Pineda, comandante del Distrito 6 de la Policía, ese 3 de febrero los hombres rompieron el muro de adobe, forzaron una de las chapas de las puertas, destrozaron el techo de cielorraso y rompieron la parte superior del costado derecho de la caja fuerte con herramientas hasta ahora desconocidas.
Fue solo hasta las 5 de la madrugada que detuvieron la extracción del dinero sin activar ningún tipo de alarma. La identidad de los ladrones aún no ha sido identificada, aunque ya están siendo elaborados algunos retratos hablados.
Los videos de las cámaras de seguridad también están siendo analizados para recolectar el material probatorio en caso de que se presente un proceso judicial. Así termina esta breve historia sobre el robo de película en uno de los pueblos más tranquilos del Oriente.
