Una amalgama de significados y símbolos sobre la muerte, sobre el sentido festivo y dramático del tránsito hacia ese estado o condición, o fin o principio en el que todos desembocamos inevitablemente y del que tanto se dice. Una obra para celebrar la vida en el espacio de los muertos, un recordatorio de “los olvidados”, o por lo menos una visita de los muertos al mundo de los vivos; como sea…
“A todos nos toca”, la obra del grupo Teatro Rodante de Colima, México, que se presentó el jueves 26 de julio a las 9 p. m. en el cementerio de El Carmen de Viboral, fue, sin duda alguna, una de las puestas en escenas más esperadas del Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble.
Si bien hubo contradictores del evento por el uso de este espacio que la mayor de las veces alberga una connotación de sagrado, santo o intocable, hubo también lleno total y asistencia masiva de un público que, a pesar de la lluvia -misma que cesó a la par de la obra, como por arte de magia-, permaneció estático frente a los dos actores, uno colombiano y otra mexicana, que tejieron durante 50 minutos un relato de lo colorido que puede ser un hecho tan fatal.