El 27 de diciembre de 1996 desaparecieron de manera forzada 12 personas, entre ellas tres niños, en la vereda La Esperanza de El Carmen de Viboral. 21 años después del suceso, y tras una incansable lucha de los familiares de las víctimas ante los organismos de justicia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado Colombiano por este hecho.
El jueves 30 de noviembre, la CorteIDH notificó que “encontró al Estado de Colombia responsable por la desaparición forzada de 12 personas, entre ellos tres niños, así como la privación arbitraria de una de ellas entre el 21 de junio y el 27 de diciembre de 1996 en la vereda La Esperanza”, según informó el tribunal de la OEA con sede en Costa Rica.
De acuerdo a lo pronunciado por la Corte, los hechos violentos, atribuidos a las Autodefensas del Magdalena Medio, sucedieron con el apoyo de agentes de la fuerza pública, lo que “facilitó las incursiones a la vereda La Esperanza”. Al respecto, Néstor Fernando Zuluaga, alcalde del municipio, dijo a MiOriente que “este era un hecho que se había tirado al cuarto del olvido por parte de las autoridades del país”.
Por tal razón, las víctimas, “atendiendo a que la justicia ordinaria evadió la responsabilidad para investigar los hechos, acudieron a instancias internacionales, mismas que hoy fallan a su favor”, agregó Zuluaga. Así las cosas, el Estado colombiano está en la obligación, no solo de investigar los hechos, sino de reparar desde diferentes ámbitos a las víctimas.
Contexto:
Recién ocurridos los hechos, las víctimas recurrieron a la Corporación Jurídica Libertad (CJL) para que los representara. La corporación llevó el caso a la CorteIDH en 1999.
En conversaciones entre las víctimas y El Colombiano, María Obeida Gallego dijo que “nosotros teníamos una tiendita y ellos llegaron (autodefensas), tocaron la ventana, él salió (su esposo) y nunca más lo volví a ver (…) Éntrese y apague todo, no vuelva a salir y no le abra la puerta a nadie, fue lo que me dijeron después”.
También María del Rocío Carmona, esposa del desaparecido Leonidas Cardona, aseguró que “Ramón Isaza es muy mentiroso, él en cada versión cambia de tema, la primera vez dijo que habían muerto en combate, después dijo que ellos estaban en los ríos Caldera, Samaná y Magdalena, y más tarde dijo que él no sabía, que sus hombres los mataban y no sabían dónde los habían tirado”.
