En los últimos días, un almacén de ropa ubicado en Marinilla fue presuntamente estafado por un ciudadano de nacionalidad venezolana, a través de la modalidad de transferencia bancaria.
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Según relató una trabajadora del lugar, "ese joven de 19 años ya tenía historial con nosotros, confiábamos en él. Vive en El Santuario, y nos hizo un pedido por $2.300.000 porque pensaba montar una barbería, así que nos mandó la transferencia y el dueño [del almacén] dijo que sí le había llegado, pero no corroboró la información, así que le enviamos la mercancía".
A los siguientes días, este mismo ciudadano realizó un nuevo pedido, esta vez por cerca de $4.500.000, y envió la transferencia; sin embargo, cuando el propietario del establecimiento fue a revisar, su cuenta había sido bloqueada porque, al parecer, intentaron ingresar a ella en repetidas oportunidades.
Esa vez yo no le envié nada y él empezó a acosar, que porque no se la mandábamos. Yo empecé a sospechar y, revisando las transferencias, me di cuenta de que tenían el mismo número de comprobante. Alerté a los dueños de lo que pasaba e hicimos que ese joven fuera hasta el almacén por la mercancía que quería
agregó la trabajadora.
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Con lo que no contaba el presunto estafador era que la denunciante lo haría ingresar hasta el fondo del almacén, donde estaban escondidos los dueños. Allí, luego de más de hora y media, lograron, sin agresiones, que el sujeto reconociera el error. Después hizo llegar la mercancía que tenía en su poder y que no había pagado, y finalmente fue entregado a la Policía.
Sin embargo, supuestamente el ciudadano fue dejado en libertad y, según la trabajadora del sitio, son varios los establecimientos de El Santuario que también han sido estafados, por lo que alerta a los comerciantes para que no caigan en la trampa de este joven.
