Según la comunidad, el proyecto ocasionaría graves efectos ambientales, económicos y culturales que impactarían negativamente en la región.
Con motivo de la reanudación de las obras del proyecto de conexión vial Aburrá-Oriente, ayer algunas personas de la comunidad que hasta ahora siguen en desacuerdo con esta construcción, durante por lo menos 4 horas adelantaron una protesta en cercanías al sector del Valle de Sajonia.
De acuerdo con los manifestantes, el proyecto afecta las fuentes hídricas de un vasto sector de las montañas por donde se realizaría el túnel, implica la pérdida y el abastecimiento de las aguas de quebradas que surten más de 1.800 usuarios, muchas empresas y hasta el mismo aeropuerto José María Córdoba, e indicaron que las obras no cuentan con un diagnóstico ambiental de alternativas, con el agravante de que no se tuvo en cuenta la determinación de los grupos organizados de la sociedad civil.
Al respecto, Viviana Salazar Restrepo, asesora jurídica Corporación Penca Sábila y el diputado Jorge Gómez, coinciden en señalar que el proceso desde el primer acto de licenciamiento no tiene diagnóstico ambiental de alternativas, “los estudios ambientales complementarios que ordenó la ANLA no se completaron (…) Se está violando el principio de precaución de que habla la ley ambiental, además esta licencia ambiental ni cuando se concedió inicialmente, ni ahora que se modificó ha desarrollado una cosa que se llaman estudios de alternativas ambientales y sin embargo Cornare ha concedido nuevamente esta licencia” advirtió el diputado, asegurando que es un mal negocio que debe suspenderse.
Mientras tanto, la gerencia de la concesión explica que por ahora sólo se avanza en trabajos ambientales y que las labores reiniciaron bajo los parámetros legales, que es una fase ambiental respaldada por 150 profesionales y que se extenderá por dos meses, tiempo en el que se espera comiencen las obras de infraestructura.
De otra parte, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, insiste en que más allá de las contradicciones entre diversas partes, se debe cumplir con los compromisos adquiridos por la administración anterior, teniendo en cuenta que esta obra fue adjudicada bajo el mandato de Luis Alfredo Ramos, al tiempo que a pesar de las respuestas de las autoridades, los ciudadanos insisten en luchar y oponerse rotundamente al proyecto.
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