La noticia la anunciaron los tiros. En todo el pueblo se escuchó el estruendo que luego estuvo acompañado de gritos y lágrimas. El hecho: cuatro jóvenes perdieron la vida a manos de desconocidos.
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Le arrebataron la existencia a jóvenes que soñaban con ser los mejores compositores del rap. Con su sello personal, le cantaban a los vicios, al amor y al dolor. Santiago Cobo, una de las víctimas, de 18 años, prefería vivir sin comida que sin música.
Santiago respiraba música. Él no podía vivir sin su bafle. Con muchos esfuerzos sacó adelante sus sueños y hoy ya no está
dijo uno de sus familiares.
Según las primeras versiones, ellos se encontraban rapeando cuando fueron sorprendidos por los tiros en el Parque San Rafael Mi Río. Allí estaba Santiago, acompañado de Cristián Estiven, Santiago Guarín y Elkin Emilio, menor de 16 años.
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Santiago movía sus manos de arriba hacia abajo mientras modulaba con su boca su propia historia. Se le escuchaba, con ritmo, el rechazo a los vicios y su paso por ellos. “A sus compañeros les decía que no se metieran en eso, él lo reconocía”, concluyó un pariente.
Tres de ellos validaban sus estudios de primaria y secundaria en la Institución Educativa San Rafael. A través de un boletín difundido por redes sociales, el colegio lamentó los hechos.
A las familias les extendemos un abrazo de solidaridad y que tengan fortaleza de superar esta prueba
se lee en el documento.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados hacia Medicina Legal en Medellín, donde les practicarán la necropsia. Tres de las cuatro familias afectadas viajan a esta hora a la ciudad para hacer los trámites de entrega.
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De los hechos, de momento, nadie da razón. Por ahora, los principales mandos de la fuerza pública de Antioquia están reunidos con los mandatarios locales y departamentales para buscar un camino.
Si bien no hay claridad sobre el suceso, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, anticipó desde el centro administrativo de La Alpujarra que no habrá impunidad.
