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Un desvare con Juanes

  • Un día de 2009, en la vía Las Palmas –Medellín, luego de las 10 p.m.- a Lina Restrepo Rico, una estudiante de último grado del colegio La Presentación de Envigado, se le chuzó una de las llantas de su coche y no supo qué hacer, más que agarrar el teléfono y llamar a alguien en auxilio.

    Su compañero tampoco sabía de aquellas labores: utilizar el gato, agarrar la cruceta y cambiar de llanta. No. Hace cinco años lo importante era tomar el volante. Por la cabeza no se cruzaba aquello de vararse en carretera, justo cuando mamá esperaba presurosa.

  • Y si nadie contestaba el teléfono y no tenían la mínima idea de cómo proceder utilizando las herramientas de la maleta del coche, lo que quedaba era esperar.

    A Lina la exasperó el andar de los minutos, a pesar de la noche excepcional de una Medellín veraniega. Carros iban y venían, con afán, con sus farolas encendidas con destino cierto. Menos ella y su amigo, gritando a un lado de la carretera, alzando sus brazos.

    Las luces del coche encendidas; Lina y el amigo soportando el percance.

    Una camioneta disminuyó la velocidad y parqueó justo después de ellos. Un hombre y una mujer descendieron entre la oscuridad.

    -¿Qué les pasó?- preguntó él.

    Lina empezó a contar rápidamente mientras se acercaba. Cuando la noche revistió el hombre con el destello de la salvación, se percató de que se trataba de Juanes.

    -¡Juanes!

    El hombre de chaqueta oscura y cabello corto agarró la cruceta, y Lina sostuvo uno a uno los tornillos. Incrédula empezó a tomar fotografías. De contarlo, y sin pruebas, nadie le creería. Poco después llamó a mamá y le dijo que estaba con Juanes. Él habló con la señora pero ella estaba segura de que la tomaban del pelo.

    Fotografías finales, sonrisa y abrazo final. Encendió el coche y arrancó; Juanes regresó a su camioneta luego de sus labores mecánicas y se marchó.

    En el colegio la historia de Lina se hizo popular. Si hasta ese momento no era una de las niñas más reconocidas, a partir del encuentro con el cantante la narración de su experiencia se convirtió en el tema preferido en los corrillos estudiantiles.

    La única ventaja de no saber cómo cambiar una llanta es que en carretera se detenga una camioneta y de ella descienda Juanes, como un profeta salvador, remangando su chaqueta y preparándose para el desvare.

    *Juan Camilo Gallego Castro (@jcamilogallego) es autor del libro Con el miedo esculpido en la piel. Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta, proyecto ganador en crónica de la Primera Convocatoria de Estímulo al Talento Creativo-Antioquia 2012. También es periodista, especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Universidad de Antioquia y estudiante de la maestría en Ciencia Política del mismo centro universitario.

     

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