Tiene solo un mes y medio de nacido.
Emiliano Salazar es uno de tres trillizos que nacieron el 15 de enero de este año y hasta el momento no ha podido estar en casa junto a sus padres y hermanos, debido a que nació con una malformación congénita conocida como atresia de coanas que le impide respirar por su nariz.
El pequeño permanece hospitalizado en la sala de Neonatos en la Clínica Somer de Rionegro bajo estrictos cuidados médicos, mientras sus padres, Luz Dary Gómez Aristizábal y Rubén David Salazar, oriundos de El Santuario, luchan para que la EPS Coomeva, autorice la cirugía que requiere el bebé para normalizar su respiración y llevar una vida común.
Rubén explicó que aunque la malformación aparentemente no parece grave podría acabar con la vida de su hijo si no es operado a tiempo, y denuncia que la EPS después de 20 días de sus solicitudes aprobó una remisión para Bucaramanga cuando en Medellín cuentan con los recursos necesarios para atender a Emiliano y por tanto no la aceptaron, porque tampoco la señora Luz Dary está en condiciones de viajar a tan pocas semanas del parto.
Ante el deterioro de la salud del pequeño y la aparente negligencia de Coomeva, la familia piensa que no les va a quedar otra alternativa que buscar los recursos por sus propios medios para operar el bebé, lo que según han indagado, costaría cerca de 30 millones de pesos.
Esta malformación congénita es rara y su incidencia puede darse en uno de cada siete mil recién nacidos.
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