Esa es la pregunta que se hacen los padres y familiares del joven rionegrero de 19 años que falleció en la mañana del martes 19 de noviembre, cuando se dirigía en su moto hacia Rionegro luego de presentar el último examen del semestre en la Universidad EAFIT, institución donde era becado por su buen rendimiento académico. Según su padre, los hechos se presentaron en el kilómetro 13 de la vía Las Palmas pasadas las 8 de la mañana.
Que su hijo llegó sin signos vitales a la Clínica El Rosario de El Tesoro, y que la situación fue atendida por bomberos de Envigado y dos agentes de la Policía de Tránsito, es lo único que Ricardo Agudelo, papá de Mateo Agudelo Holguín, sabe sobre el hecho que tiene destrozada a su familia.
“Han sido totalmente herméticos: no nos han dicho cómo fue el accidente, si fue imprudencia de Mateo o de otra persona, no sabemos si fue contra un carro, si era grande o pequeño, si él o la propietaria del otro vehículo huyó, si le hicieron prueba de alcoholemia como es debido. No sabemos absolutamente nada y eso es más duro aún. Queremos una explicación”, dijo Ricardo.
Aunque, según afirma, les han dicho que deben esperar los resultados de Medicina Legal que saldrían aproximadamente en un mes, para él es muy sospechoso que cuando solicitaron videos de las cámaras de seguridad estos no existieran, “porque supuestamente ya habían pasado muchas horas. Además, Mateo sufrió un golpe muy fuerte y debe haber una explicación que necesitamos”.
¿Quién era Mateo?
Mateo, de 19 años, cursó y finalizó dos semestres de Administración Financiera en la Universidad EAFIT donde estuvo becado por el programa Generación E, luego de obtener los mejores puntajes en las pruebas Saber Pro en el colegio Coredi del barrio El Porvenir en Rionegro, en el año 2018.
Ese joven brillante, como lo describe su padre, tenía un emprendimiento en marcha ya registrado en la Cámara de Comercio de Medellín, y dos empresas más proyectadas con algunos inversionistas. Además, a su corta edad, Mateo era un referente en la Institución Coredi en el Oriente Antioqueño, pues a su corta edad ya se preparaba para llevar a todas las instituciones educativas pertenecientes a la organización su cátedra GNE (Generación de Nuevos Emprendedores), en la que aportaría a alumnos de los grados décimo y once las herramientas para pensar como líderes apasionados.
Prontamente se apagó la vida de Mateo, “no sin antes haber dejado una huella imborrable en nosotros (padres), amigos, novia y familiares”. Sin embargo, en medio de este trago amargo de su despedida, quienes lo conocieron solo esperan saber cómo sucedió el accidente en el que perdió la vida.
