Hace algunos días, la Mesa Interinstitucional para el Tratamiento del Caracol Africano (MITCA) anunció su reactivación a raíz de la propagación de esta especie en algunos lugares del departamento. Para el Oriente Antioqueño, según indicó Cornare, se han presentado casos en los municipios de San Carlos y Cocorná.
Jairo Henao, veterinario del Grupo de Biodiversidad de Cornare, indicó que lo más importante es distinguir el Caracol Africano del nativo y de otras especies como el Caracol Manzana, puesto que el único que debe preocupar es el africano.
Algunas de sus características son su tamaño de aproximadamente 20 centímetros, su cuerpo muy oscuro y de aspecto gomoso y las cuatro antenas, en cuyas dos más largas tiene ubicados los ojos. Además, la concha termina en punta y varía entre 5 y 8 vueltas.
“Lo primero que se debe hacer es fotografiar la especie y enviar la imagen a Cornare (01 8000 414 214 – 5461616 en El Santuario) para que determinemos si realmente es un Caracol Africano. Es ideal no manipularlo, pero si es inevitable, se deben usar guantes o bolsas plásticas para impedir que el contacto contagie algunas enfermedades”.
Esta especie de caracol está relacionada con procesos de basuras, escombros, en donde se alimenta de cualquier materia orgánica como cadáveres, ratas y heces, lo que lo convierten en un factor de peligro para la salud humana ocasionando riesgos intestinales importantes.
Según Cornare, se ha reportado la presencia de esta especie en San Carlos y Cocorná, siendo este último municipio, en sectores como La Piñuela, donde en los últimos días más se ha visibilizado el tipo de caracol.
Por su parte, MITCA entregó un protocolo para que las comunidades puedan hacer la recolección del molusco de manera segura:
- Recoger manualmente y con guantes los caracoles de todos los tamaños, incluso conchas de individuos muertos.
- Introducirlos en un recipiente plástico, en una solución de agua con sal o cal, ¾ partes de agua y ¼ parte de sal o cal, verificando que los caracoles queden totalmente cubiertos con la solución.
- Dejar sumergidos los caracoles durante 5 horas.
- Abrir un hueco en tierra, de 50 cm de profundidad, lejos de fuentes hídricas; depositar los caracoles aplastándolos o triturándolos a medida que se meten al hueco. Cubrirlos con tierra y agregar más cal 10 cm antes de cubrir completamente el hueco con más tierra.
- Señalizar el hueco y evitar que otros animales desentierren los caracoles. El lugar no se podrá utilizar para siembra u otras actividades sino hasta 5 meses después de la disposición de los caracoles.
- Lavar muy bien las manos y brazos con abundante agua y jabón; desechar los elementos de protección utilizados durante la recolección.
- No se recomienda el uso de molusquicidas, dado que pueden afectar a las personas y animales de compañía; además de resultar costoso, no es un método efectivo.