Las 15.252 hectáreas del Corredor Kárstico, ubicado entre Sonsón, San Luis, San Francisco y Puerto Triunfo; y las 40.642 hectáreas del Páramo de Sonsón y el Bosque Alto Andino, ubicados entre Argelia, Sonsón, Nariño y Abejorral, son las dos fracciones del territorio del Oriente Antioqueño que serán declaradas como áreas protegidas en el 2019.
Este importante paso para la protección de los ecosistemas de la región, entre otras cosas comprendido en el Plan de Acción de Cornare desde hace tres años, sumaría 55,894 hectáreas al 11% del territorio antioqueño (682.736 hectáreas) que en el 2018 fue declarado como área protegida.
¿Por qué protegerlos?
“Respecto al Corredor Kárstico, nuestro objetivo es cuidar el Cañón del río Claro y algunas cavernas que por sus características de conservación y por sus pinturas rupestres son consideradas como bienes de conservación”, puntualizó Elsa María Acevedo, coordinadora del Grupo de Bosques y Biodiversidad de Cornare.
Una de los trámites que deberá surtir la autoridad ambiental para lograr esta declaratoria, será la concertación con las empresas responsables de los cerca de 12 títulos mineros con influencia en la zona, mismas que tienen derechos adquiridos por licencias ambientales para la realización de sus actividades. Además, se espera que pronto inicie el proceso de delimitación del territorio en concertación con las comunidades nativas.
“El Páramo de Sonsón y el Bosque Alto Andino, por su parte, son ecosistemas únicos en la región. Por eso esperamos blindarlos como una reserva forestal protectora para cuidar el recurso hídrico, pues allí nacen fuentes de agua importantes para las cuencas del Magdalena y el Cauca”, explicó la funcionaria.
El proyecto de declaratoria en este último ecosistema incluye un trabajo de capacitación con las comunidades, para que estas puedan emprender proyectos productivos amigables con el área protegida.
¿Qué especies habitan estos ecosistemas?
El puma es una de las especies que gozarán de mayor protección con la declaratoria del Corredor Kárstico. Sin embargo, el paujil de pico azul (especie en vía de extinción) y otras especies endémicas de flora identificadas por el investigador Álvaro Cogollo, también evidencian la importancia de blindar este ecosistema que abarca tres municipios del Oriente.
De igual modo, en la Zona Páramo, los reconocidos frailejones y probablemente algunos ejemplares del oso de anteojos, podrán ser conservados e incluso recuperados por los expertos de la autoridad ambiental.
Contexto departamental
La meta del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, es que el 16% del territorio sea declarado como área protegida, es decir un 5% más del actual. Para esto, una fracción de 1.148 hectáreas por donde pasa la cuenca del río Concepción, un bosque alto andino en el Norte y una ciénaga en Magdalena Medio, recibieron declaratorias de este tipo en el 2018.