El menor con síndrome de Seckel hizo realidad cuando recibió honoríficamente el comando del departamento de Policía Antioquia como el Coronel Giraldo.
Desde siempre el pequeño de 12 años, habitante de Marinilla, soñó con ser policía de profesión pero sus ilusiones se fueron quedando atrás cuando supo que padece una enfermedad congénita y hereditaria que se incluye dentro de las enfermedades raras por su escasa frecuencia.
Sin embargo, todos los impedimentos desaparecieron cuando se hicieron realidad por un día los deseos que se dibujaba en su mente, cuando en su pecho resaltaba su apellido en letra mayúscula y todos en el Comando de Policía Antioquia lo reconocían como el Coronel Giraldo.
Ni su estatura, ni su enfermedad le fueron obstáculo para portar un pequeño uniforme hecho a su medida, pasearse por pasillos y oficinas como si de verdad fuera un Coronel y olvidó por momentos de esa extraña enfermedad que lleva a cuestas y vio nacer a un ser que cuida y vela por la seguridad de la comunidad, algo que quiso siempre y seguramente estará entre sus mejores recuerdos.
Lleno de entusiasmo, visitó la oficina del Comando donde tomó posesión de su cargo, como el encargado de la seguridad de Antioquia, presidió una formación en la plaza de armas y terminó su recorrido en brazos de su mamá, para volver a casa con una inmensa sonrisa en su rostro.
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