Por Juan Alejandro Echeverri
La voz de Alirio Quintero electrocuta, rasga lo que toca. Alirio tiene la mirada clavada en los ojos de la ley, el Estado… los verdugos. Lleva una camisa blanca estampada con el logo del Movimiento Social por la Vida y la Defensa del Territorio (Movete). Alirio habla a mil kilómetros por hora sin escatimar en la cantidad de decibeles. Alirio es un volcán que represa la indignación y la impotencia de todo el teatro… un volcán que explota:
“Nosotros tenemos en nuestra región una riqueza enorme: la caliza y el Cañón del Río Claro con sus aguas cristalinas; contaminadas enormemente por la Piscícola El Rosario que tiene un permiso de vertimientos para echar el agua de sus estanques al río. Pero los señores de la piscícola nos enciman el agua podrida de su proceso de producción: 5 toneladas de firetec al día. El río está podrido y nos dicen que “allá no pasa nada”. Esa es la respuesta que me da Cornare, según ellos, allí no pasa nada.
Yo los reto, por eso nos traje fotos ni imágenes, a que vayan a mi territorio, a que conozcan lo qué está sucediendo allí, a que se bañen en el río con el agua podrida y con las aguas hervidas que están llegando desde mi corregimiento porque no tenemos alcantarillado. Somos la región que genera la mayor parte de regalías para el municipio de Sonsón y no recibimos ninguna inversión: no hay alcantarillado, no hay puesto de salud, no hay planta de tratamiento. Lo que tenemos, lo hemos hecho nosotros.
A eso le sumamos multinacionales como Argos, Sumicol Corona, Omya Andina, Caltek, y Cementos Molins de España que en estos momentos está construyendo una planta -a la orilla del río con permiso de Cornare- que producirá siete mil toneladas de clinker a la semana. Si fuera un pobre el que estuviera solicitando las bocatomas en el rio seguramente no se las van a dar, pero ellos ya las tienen todas. Adicional a eso, de nuestras montañas están extrayendo de 20.000 a 30.000 toneladas de caliza al día para alimentar esos monstruos que a diario nos echan cientos de toneladas de material particulado al medio ambiente y que nos evaporan el agua; porque los señores de Argos toman diez pulgadas de agua de nuestro río para alimentar su termoeléctrica. Esa agua se está evaporando, no regresa al rio, y la poquita que regresa va contaminada y envenenada con residuos de cemento y de carbón de su proceso de producción. Es absurdo pensar que una empresa que produce 10.000 mil toneladas de cemento al día, ejecuta acciones insuficientes para mitigar los impactos negativos que genera. En las noches abren su chimenea gigantesca y nuestro corregimiento amanece en una nube de polvo. Llevan a la Universidad de Antioquia para que certifique que el aire está puro, apagan sus máquinas hasta que el estudio salga positivo y después vuelven a funcionar.
Nos cambiaron la vocación agraria de los campesinos para volvernos obreros y esclavos de su proceso de producción. Ya no sembramos comida, y recuerden que ni el cemento ni la plata se come. Necesitamos comida, necesitamos tierra para cultivar, y necesitamos agua para poder vivir. Esos recursos son vitales. No son negociables. No los queremos vender. Y no los vamos a regalar. Por eso estamos luchando: por nuestro territorio, por nuestro derecho a la vida, por el derecho al medio ambiente sano, por el derecho a permanecer en nuestro territorio. Somos nosotros los fundadores y protectores de todos estos ecosistemas. La ANLA y los señores de Cornare son el coco de nuestros recursos naturales, se los están entregando a las multinacionales y a los ricos del país para que los exploten y los vuelvan capital. Recuerden que eso no nos beneficia porque es una nueva modalidad de desplazamiento. Están desfasando comunidades. Están desfasando campesinos. Nuestra tierra está siendo extranjerizada.
La ganadería extensiva está secando nuestras aguas. En este momento el municipio de Puerto Triunfo es un municipio no viable en 20 años, lo dice la WWF con un estudio científico. Ya no hay fuentes de agua porque la tierra se tumbó para que los latifundios monten sus fincas y su ganadería extensiva. Eso está sucediendo en nuestro corregimiento Jerusalén, en La Danta y en San Miguel (magdalena medio sonsoneño).
Las hidroeléctricas, la minería ilegal… a los barequeros los declaran ilegales porque no pagan impuestos, pero llega un rico con cuatro o cinco retroexcavadoras y ese si puede hacer la minería; y esa si no es ilegal porque paga impuestos pero esa es la que más envenena y la que nos está dejando sin ninguna posibilidad.
Nos tenemos que empoderar de la defensa de nuestro territorio. Una sociedad capitalista, que se ha vuelto una sociedad egoísta, con su ánimo de aumentar su capital, nos está negando la posibilidad de existencia y subsistencia de nuestras generaciones futuras. Están acabando nuestro ecosistema. ¿Dónde vamos a vivir? ¿Qué vamos a comer? ¿Dónde está el agua que vamos a beber?
El 17 de agosto le hice un derecho de petición a los defensores de derechos humanos del departamento, y esta es la hora que no he tenido una respuesta. Es absurdo que los defensores de nuestros derechos todavía estén esperando que haya una tutela o una denuncia para que nos ayuden a defender nuestros derechos. Reto a la señora funcionaria que está aquí para que nos dé una respuesta en público. Señor Senador y señor de la ANLA que está por ahí, pedimos que se haga una moratoria minera hasta que no se compruebe que allí hay vestigios de habitantes indígenas, y que nuestra región debe ser declarada patrimonio nacional cultural. Es un bosque cárstico y un ecosistema frágil y vital para nosotros. No podemos permitir que lo sigan devorando. Nuestro río está podrido. Yo los reto a que vayan allá y se tomen el agua sucia que nos tenemos que tomar nosotros. Salgan de sus burbujas y de sus oficinas, vayan al territorio. Estamos en una situación absolutamente adversa. Eso que se está acabando, se está acabando para sus hijos, sus nietos… ustedes también sentirán las consecuencias de las canalladas que están permitiendo. Allá estuvo el Personero Municipal y la Secretaria de Gobierno. ¿Sabe cuál fue el concepto? “Aquí solo hay un discurso ambientalista pero no está pasando nada” (…) Ayúdenme a salvar mi territorio y mi río, por favor. Los invito a que por la defensa del territorio, la vida y nuestros bienes comunes: ¡Movete pues!”
Nota al pie
La voz de Alirio también es mi voz. Su lucha también es mi lucha y la de las organizaciones y personas arropadas por Movete, que se dieron cita el pasado 19 y 20 de octubre en Sonsón para defender el territorio que soñamos habitar. A todos nos une la esperanza y la angustia. Y sabemos, además, que a quienes se lucran del modelo extractivista –que represa ríos, incinera bosques y envenena la comida- “les estorbamos sin importar adonde vayamos”.
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