Desde el pasado lunes 15 de mayo, en la sala de neonatos del Centro de Atención y Valoración (CAV) de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, permanece una marteja hembra infantil de la especie Aotus sp, luego de que un ciudadano la encontrara en zona boscosa.
De acuerdo con el reporte, el hombre la entregó a la Secretaría de Medio Ambiente de Itagüí y, finalmente, fue trasladada, primero, a la estación de paso de fauna silvestre en el Jardín Botánico, y luego al centro de atención donde recibe acompañamiento profesional por parte de la autoridad ambiental.
El director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Juan David Palacio Cardona, destacó la oportuna reacción del ciudadano para salvarle la vida al animal, y explicó que, según la primera valoración clínica, la marteja presentó una leve deshidratación y también una lesión en el dedo meñique de la mano izquierda.
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En cuanto a su peso corporal, Palacio Cardona también señaló que el individuo, que corresponde a un mono nocturno andino del orden de los primates y de la familia Aotidae, cuenta con 188 gramos.
La primera hipótesis, debido a que esta especie tiene una distribución natural en áreas boscosas y periurbanas, da cuenta de que la marteja, al parecer, fue víctima del tráfico ilegal de fauna silvestre
explicó el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Juan David Palacio Cardona.
Mientras avanza el proceso de valoración y recuperación de la marteja, esta será sometida en los próximos días a otros exámenes para conocer un poco más sobre su estado sanitario.
Las martejas se caracterizan por tener una cabeza redonda y grandes ojos. Su pelaje es de color grisáceo y tienen un aspecto lanudo y denso. El vientre es de color amarillo o naranja y el pelaje de su cola varía entre amarillo y café oscuro. Pueden habitar desde bosques primarios a pequeños fragmentos inmersos en matrices de cultivo, potreros y hasta zonas periurbanas.