Al igual que ocurre desde febrero de este año en la Plaza de Botero, en el centro de Medellín, este martes inició el cerramiento con vallas metálicas en los alrededores del Parque Lleras, en el barrio El Poblado.
El objetivo, según la Alcaldía, es combatir la prostitución, la venta de estupefacientes, los atracos, la presencia de habitantes de calle y, en general, reducir los índices de criminalidad en uno de los lugares más emblemáticos para la rumba en la ciudad.
Como ocurrió en la Plaza de Botero, los comerciantes del Parque Lleras están divididos. Mientras algunos piensan que es una medida efectiva ante el crimen que se tomó la zona, otros sienten que el cerramiento disminuirá las ventas y animará a los turistas y clientes a ir a rumbear a otras zonas de la ciudad.
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Por su parte, el alcalde Daniel Quintero defendió la medida y aseguró que hubo concertación con los comerciantes, y anunció que la estrategia se replicaría en Provenza.
El Parque Lleras se convertirá en una nueva zona blindada en la ciudad. Estamos trabajando de manera articulada con los comerciantes de Provenza, para implementar algo parecido en este lugar
manifestó el alcalde de Medellín.
El Lleras fue remodelado recientemente por la administración municipal, recibiendo una inversión de $13.000 millones para la recuperación del espacio público.