Por: Carlos Mario Palacio - Comunicador Social
Entre montañas y ríos, algunos días bajo la espesa niebla y los apacibles sonidos del campo, se esconde un proyecto turístico que beneficia a nueve familias campesinas en la vereda La Maravilla del municipio de San Francisco, Antioquia.
Lo que inició en el 2011 como una estrategia productiva apoyada por la ONU y entidades estatales para reemplazar el cultivo de hoja de coca por el cacao, se convirtió hace cuatro años en una ruta turística donde seis mujeres y tres hombres cuentan la historia del cacao a personas de otros lugares, dándoles la posibilidad de conocer todo el proceso que requiere este fruto para convertirse en pasta de chocolate y así llegar a la mesa; desde la siembra, la cosecha, el secado, el tostado, la molienda, el empaque y, finalmente, la distribución.
“Ruta del Cacao, ¡qué maravilla!” es el nombre de esta iniciativa que, además, cuenta con buenas prácticas responsables del cuidado de los ríos, los ecosistemas; la preservación de la cultura campesina y el fomento de abonos completamente orgánicos.
El proceso de sembrado del cacao hasta obtener la primera cosecha tarda 18 meses, y de ahí en adelante, durante aproximadamente 50 años, el árbol tiene las condiciones para dar cosecha constantemente.
Nolberto Quinchía es uno de los líderes de la Ruta. Él se encarga de realizar el recorrido con los visitantes. Les enseña los procesos que tiene el árbol de cacao, los abonos orgánicos que implementan, la manera como cuidan y protegen los ecosistemas y el momento en que se puede recoger la cosecha.
La Ruta ofrece gran variedad de productos autóctonos de la región. El cultivo es agroforestal porque alrededor del cacao hay presencia de diferentes árboles nativos como, por ejemplo: limones, mandarinas, naranjas, borojós, caña de azúcar, plátanos, yucas, guayabas, entre otros.
Una vez recolectadas las mazorcas de cacao, son transportadas en bestia para la etapa del secado.
En la finca donde se encuentra la Ruta del Cacao, según Nolberto, hay tres variedades de cacao que son el Criollo, Forastero y Trinitario, siendo el Criollo, característico por su color amarillo, el de mejor calidad.
La semilla del cacao es tostada para resaltar sus propiedades, elimina algunos ácidos volátiles presentes en los granos y hace que tengan un mejor sabor, además facilita la separación de la cáscara.
El cacao, una vez tostado, está listo para la molienda donde, posteriormente, se convertirá en pasta de chocolate.
El chocolate que ofrece la Ruta no tiene presencia de conservantes ni colorantes. Es 100 % natural.
¿Te animas a visitar este hermoso proyecto? Puedes contactar a Norberto Quinchía al número 3215389303 ó a Margarita Daza al 3106505342. La hospitalidad, amabilidad y humildad son los principales valores que los caracterizan.
