Crece la consternación en Antioquia y el país por el macabro desenlace que tuvo la historia de la desaparición del niño Maximiliano Cano Tabares, de seis años de edad, de quien se perdió el rastro el pasado 21 de septiembre en límites de Segovia y Remedios, Nordeste del departamento.
Luego de una intensa búsqueda que hasta ahora no da resultados y de ofrecer una recompensa de $60 millones por información sobre su paradero, las autoridades capturaron a seis personas presuntamente vinculadas con la desaparición del menor, entre ellas la madre del niño, Sandra Patricia Cano; la abuela, Damaris Pérez; y el padrastro, Fabio Carmona.
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Durante las labores investigativas, la Fiscalía encontró elementos como muñecos vudús y libros de santería y brujería en la casa de la abuela de Maximiliano.
La principal hipótesis es que el menor habría sido entregado a una secta satánica conocida como Los Carneros.
Por su parte, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, condenó estos hechos y manifestó que “creemos que varios vecinos llegaron a notar cosas extrañas, pero lamentablemente no hicieron la denuncia a tiempo. Expreso mi rechazo total, debe haber una condena ejemplar contra los implicados. Es algo que horroriza”.
Autoridades continúan con los operativos para intentar dar con el paradero del niño.
