Hay preocupación en el municipio de Rionegro por la presencia de una nueva modalidad de hurto que ha tomado fuerza en las últimas semanas, que consiste en que algunos hombres uniformados como mecánicos de algunos concesionarios, hacen detener a conductores señalándoles daños en su vehículos para luego cobrarles altas sumas de dinero por supuestos repuestos y arreglos.
Una de las recientes víctimas es Bernardo Rodrigo Castaño Zapata, un hombre de 80 años de edad que pagó un millón 550 mil pesos sin imaginar que se trataba de un engaño, “me pararon dos tipos, uno de ellos se acercó a mí y me dijo directamente que mi carro tenía una falla en el eje de dirección y procedieron a hacer el arreglo, posteriormente dije que no tenía la tarjeta para sacar dinero del banco, una de esas personas me acompañó hasta mi casa y vinimos al banco y sacamos el dinero, le pagué y él se fue, no supe más nada y mi carro quedó como estaba lo cual me tranquilizó porque yo creí que el trabajo que me había hecho era honesto”, relató el afectado.
Bernardo fue engañado a finales de la semana pasada y justamente este martes 13 de septiembre acudió a cumplir una cita para la revisión de su vehículo que tenía en Autolarte y allí se enteró del hurto al que fue sometido, ya que en este concesionario han recibido varias quejas por estos hechos.
Precisamente en Autolarte se encuentran preocupados con este hecho porque algunos de los hombres que están cometiendo estos hurtos llevan puesto uniforme de esta entidad, así lo aseguró Sergio Andrés Rodríguez Cabrera, gerente de servicios de Autolarte-sucursal Rionegro en De Regreso con MiOriente.
“En las últimas tres semanas se ha venido incrementando el tema al punto que nos pusimos en la tarea de investigar (…) es preocupante porque está el nombre de Autolarte en juego, la gente esta uniformada con ropa de Autolarte”, precisó Sergio Rodríguez.
Desde esta entidad hacen un llamado a los conductores que no se dejen engañar por estos hombres, que en lo que se ha podido establecer, se ubican por parejas en lugares diferentes por si las posibles víctimas no hacen caso al primer llamado, se detengan al asegundo; y continúen sus recorridos si son abordados porque el concesionario no tiene gente que trabaje en las calles.
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