Emma es una de las primeras personas en Colombia en no tener identificado el sexo masculino o femenino en su cédula de ciudadanía. Emma aparece como No Binario, es decir, no se siente ni hombre ni mujer.
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En entrevista con MiOriente, Emma habló sobre su trayectoria y las razones para tomar esta decisión.
Emma cuenta que fue un proceso que inició con una persona que se llama Dani, quien interpuso una acción de tutela donde solicitaba al Estado Colombiano que se le reconociera su identidad como persona No Binaria. A Dani le concedieron la tutela en la Corte Constitucional con la sentencia 033 de 2022, en donde se reconocía estas otras identidades disidentes, por fuera del espectro binario y el sistema hombre-mujer.
“A partir de eso se iniciaron otros procesos en donde más personas han accedido a este cambio de registros: otra persona, como Mike, en Medellín, tiene en su componente sexual la letra T por ser una persona trans, y otra persona en Bogotá también cambió a No Binario; entonces no soy la primera persona, pero sí una de las primeras, y este recorrido lo hemos llevado juntos a partir de un litigio y un proceso jurídico”, relató Emma para MiOriente.
Emma fue acompañad@ por el centro de Género y Diversidad Sexual de la Universidad de Antioquia, a quienes les agradece el apoyo jurídico para enviar derechos de petición y acciones de tutela a la notaría donde reposaba su registro civil de nacimiento y a la Registraduría de Rionegro.
¿Qué significa para una persona No Binaria este cambio?
Emma: Para mí el cambio del componente de nombre y de sexo es una apuesta política, es una apuesta de incomodar, de visibilizar y de cambiar lo impuesto que siempre hemos vivido en el sistema binario, en el sistema heterosexual cisgénero y machista en el que siempre hemos vivido; y para mí significa un reconocimiento a las identidades que siempre han sido negadas, que siempre han sido invisibilizadas, que siempre han sido calladas por parte de la sociedad, por parte de las instituciones.
Entonces para mí es un avance en el reconocimiento de los derechos, en el ejercicio de los mismos; es una visibilización importante no solo como una persona No Binaria, sino como parte de la sociedad en donde se tiene que aceptar y respetar la diferencia y las disidencias.
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En la cédula de Emma también cambió su nombre; no era necesario hacerlo, pero fue una apuesta personal y un deseo: “Emma, aunque muchas personas creen que es un nombre femenino, pues yo no lo considero, a mí me parece un nombre más bien neutro, muy bonito, y que se acopla con mi personalidad”, dijo.
¿Cómo referirse a Emma?: ¿él, ella, elle?
Emma: A mí me gusta que se refieran a mí más que todo con el pronombre neutro, pero entendiendo que para algunas personas es difícil. Yo aún me identifico con cualquier tipo de pronombre, él, ella, elle; entonces yo puedo como mutar entre ese tipo de pronombres. Esto es también una apuesta de cambio lingüístico y de reconocimiento a partir de los discursos, porque lo que no se nombra no existe.
¿Quién es Emma?
Emma: Yo soy profesional en ciencias políticas, también soy estudiante de sociología y me dedico a trabajar, a hacer activismo por la población LGBTIQ+ y por la equidad de género, los derechos sexuales y reproductivos en Antioquia, con la veeduría para la Interrupción Voluntaria del Embarazo de Rionegro. Me gusta hablar de política, me gusta hacer activismo, me gusta conocer el país y me gusta trabajar en lo social, así soy yo.
