Durante los últimos días, la posibilidad de quitarle o no los tres ceros a la moneda colombiana se ha convertido en un tema polémico, no solo en los medios de comunicación, sino también para muchos colombianos.
En países de Latinoamérica como Uruguay, Chile, Perú, México entre otros, implementar este cambio de moneda trajo para su economía aspectos positivos y negativos. El panorama actual de Colombia, que atraviesa la época electoral, no favorece la viabilidad de la propuesta, puesto que significa un gasto adicional en un gobierno saliente.
Para algunos es un gasto innecesario, para otros crearía un cambio significativo y moderno a la hora de posicionar al país en estándares internacionales. Sin embargo, para Jorge Alberto Calle, decano de la Facultad de Ingenierías de la Universidad Católica de Oriente, “en este momento coyuntural de Colombia quitarle los tres ceros o no a la moneda ni quita ni pone, y realmente generaría un gasto inoficioso en un gobierno que va de salida”.
Por otro lado, los argumentos del Banco de la República se basan en varios elementos como generar un efecto benéfico en el bloque turístico colombiano, y el hecho de que un cambio de estos no tendría ninguna consecuencia macroeconómica en nuestro país. Otro de los argumentos más mencionados, es el que dicta que, con el cambio, entraría en desuso del papel moneda guardado en las caletas de los grupos armados al margen de la ley.
Hasta ahora la confusión acerca de este tema continúa y finalmente la decisión será tomada por el Senado y la Cámara, donde se evaluaría si esta decisión será conveniente o no para la economía del país.
