Fue un lunes 30 de julio de 1962, el día en que un terremoto sacudió el municipio de Sonsón y que afectó gravemente también a los departamentos de Caldas, Risaralda, sur de Antioquia y norte del Valle del Cauca. El sismo tuvo una magnitud de 6.9 grados y una profundidad de 69 km, teniendo como epicentro el municipio de Pueblo Rico en el departamento de Risaralda.
Ligia Castaño, quien para ese entonces tenía unos 18 años y habitaba en la vereda Chaverras de Sonsón, todavía recuerda claramente ese momento, pues fue ella la que en medio del miedo y los nervios tuvo que entrar a salvar la vida de sus dos pequeños hermanos mellizos, recién nacidos, mientras la casa en que vivían se caía a pedazos por los fuertes movimientos.
Más triste aún fue el momento en que Ligia y su familia se acercaron a Sonsón y se encontraron con un desolador panorama, de la imponente Catedral de granito del municipio que había sido inaugurada en 1917, quedaban las ruinas por causa del movimiento telúrico, lo que conllevó a su posterior demolición.
En el lugar donde reposaba esta construcción arquitectónica que todavía es recordada por los sonsoneños, se levantó la Catedral Nuestra Señora de Chiquinquirá para la cual la primera piedra fue bendecida el 8 de agosto de 1965 y se inició el culto en este templo el 7 de octubre de 1972 con el traslado del santísimo sacramento.
Los feligreses de Sonsón, población de tradición católica, salieron a las calles a llorar y a rezar por lo sucedido. Este municipio fue el más afectado de Colombia con el terremoto de 1962.
Foto: Helmer Florez G.
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