MiOriente > Columnistas > Tigre, pero con distintas rayas

Tigre, pero con distintas rayas

  • Hijo de tigre sale pintado, pero con distintas rayas. Este no es el adagio popular, es la mezcla cultural de un refrán tan suscitado en la cultura colombiana sobre la herencia de una familia liberal, conservadora, guerrerista y religiosa. Este es el caso del apellido Pizarro Leóngómez, conformado por la unión del vicealmirante  Juan Antonio Pizarro y Margoth Leóngómez, un matrimonio de casta liberal y conservadora.

    Algunos integrantes de ambos linajes estuvieron en bandos políticos contrarios en la línea del tiempo. Por el lado de doña Margoth, su tatarabuelo José Acevedo y Gómez; personaje célebre por su participación en los hechos del 20 de julio de 1810, destacándose por ser el autor del Acta De Independencia de Colombia. Además, fue hija del coronel Eduardo Leóngómez, edecán del presidente liberal Alfonso López Pumarejo.

  • En el caso de don Juan Antonio, a pesar de ser comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, nunca ocultó su simpatía conservadora, respetando a los oficiales liberales. Fue descendiente de padres conservadores y leales al legado laureanista. La consumación de dicha relación tuvo el fruto de cinco hijos, uno de ellos Carlos Pizarro Leóngómez, quién nació el 6 de junio de 1951 en la calurosa ciudad de Cartagena.

    Carlos Pizarro estuvo influenciado por las diferencias históricas, culturales e ideológicas de su origen paternal y maternal. Definitivamente salió pintado, pero con distintas rayas. Tuvo su pasado religioso (él y sus hermanos fueron educados durante algún tiempo por sacerdotes jesuitas). Hecho curioso: Carlos Pizarro estudió en el seminario de un municipio del Oriente Antioqueño, exactamente en La Ceja. Allí  cursó tercer y cuarto grado de bachillerato. Parecía como si estuviese siguiendo los pasos de Camilo Torres Restrepo, sacerdote católico y miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

    Años después, culminó el bachillerato en el colegio la Salle de Bogotá. Hasta aquí Pizarro no estaba involucrado en grupos de insurrección, pero era cuestión de tiempo para que el espíritu revolucionario que llevaba en la sangre hiciera efecto. La transformación de su carácter aguerrido y combatiente empezó a crecer exponencialmente cuando ingresó a estudiar derecho en la Pontificia Universidad Javeriana. Conmovido por las desigualdades sociales, se unió a los movimientos estudiantiles y más tarde le fue negada  la posibilidad de seguir estudiando en la Javeriana por participar en grupos revolucionarios. No fue obstáculo para seguir en la academia; luego ingresó a la Universidad Nacional de Colombia.

    Contagiado por la bravura del sol de su tierra, se convirtió en activista político. A través de sus apasionados discursos estudiantiles calentaba y levantaba el  ánimo de las demás personas en determinadas causas. Se debe agregar que fue miembro de la Juventud Comunista de Colombia (JUCO) y en 1972  se enlistó en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Haciendo homenaje a sus apellidos, con decisión aguerrida y rebelde desertó de la guerrilla debido a discrepancias que tuvo con sus máximas cabecillas. Por eso fue sentenciado a muerte. Sin embargo, no sería motivo suficiente para renunciar a la revolución. Carlos Pizarro participó en la creación del grupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19).

    El M-19 nació en respuesta al fraude electoral del 19 de abril de 1970, que tenía como protagonistas al representante de la Alianza Nacional Popular (ANAPO) Gustavo Rojas Pinilla y al aspirante conservador Misael Pastrana Borrero, ambos con la expectativa de alcanzar la Presidencia de la República. La polémica del desfalco electoral la desató el apagón radial orquestado por el gobierno de Lleras Restrepo. Antes de la interrupción, el escrutinio electoral mostraba la amplia ventaja que le llevaba el candidato de la ANAPO al conservador. La prueba contundente de la inminente victoria de Rojas Pinilla la pronunció Radial Todelar; en ese entonces era la cadena más escuchada del país.

    Todelar, en base de la sumatoria de los boletines, anunció a Pinilla como virtual ganador. Vaya sorpresa se llevó el país: al día siguiente Pastrana Borrero era el nuevo Presidente. Los primeros operativos del M-19 eran al estilo Robin Hood; asaltaban los camiones de leche de supermercados para donárselo a los pobres de manera que fueron ganaron cierta simpatía de un sector de la población.

    Uno de sus actos más simbólicos tuvo lugar cuando robaron la espada del libertador Simón Bolívar bajo el lema “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”. Así mismo ejecutaron otra clase de operativos como la toma de la Embajada de la República Dominicana, la toma del Palacio de Justicia, el secuestro de Martha Nieves Ochoa, hermana de los Ochoa (socios del cartel de Medellín) y el robo de cinco mil armas del ejército. Este último fue denominado “asalto al Cantón Norte”. A pesar de las acciones anarquistas, Pizarro lograba escabullirse de las persecuciones del gobierno, hasta que le llegó la hora de gracia. En el gobierno de Julio César Turbay fue apresado junto con otros compañeros de lucha.

    Después de ser interrogado y torturado, lo trasladaron a la Cárcel la Picota. Allí permaneció detenido tres años, siendo juzgado por el Consejo Verbal de Guerra. En 1982 recuperó su libertad tras aprobarse la ley de amnistía. El tiempo que duró su encarcelamiento le sirvió de reflexión, trastocando su conciencia y evocando en su interior un futuro pacifismo. Muestra de ello fue la intención de negociación y diálogos de paz tras salir herido con Iván Marino Ospina, uno de los fundadores del M-19, y su compañera sentimental en una emboscada del Ejército.

    Tras asumir la comandancia máxima del M-19, lideró los intentos de negociación de paz con el gobierno, pactando treguas y cese al fuego bilateral. Irónicamente el fuego de la paz casi lo apaga el impacto de las balas. Después de varios intentos, Carlos Pizarro tenía una carta bajo la manga: secuestrar al líder conservador Álvaro Gómez Hurtado. Para su liberación exigió de nuevo el cese al fuego, una cumbre de Salvación Nacional y la Asamblea Nacional Constituyente. El primer paso fue la libertad de Hurtado y la cumbre de Salvación Nacional, reuniendo sectores de la Iglesia Católica, políticos, gremios de derechos humanos, económicos y sindicalistas. La anhelada firma de los acuerdos de paz entre el M-19 y el gobierno se dio el 9 de marzo de 1990 en el caserío de Santo Domingo, Cauca.

    Antes de entregar las armas, Pizarro, con una voz disonante y patriótica, entonó la expresión: “Por Colombia, por la paz, dejad las armas”, “¡Oficiales de Bolívar, rompan filas! Otra victoria para el Movimiento 19 de abril, que pasó a llamarse Alianza Democrática M-19, y el gobierno nacional, fue la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, dando origen a la Constitución de 1991. Pizarro se abría paso en la arena política, se presentó a las elecciones de la alcaldía de Bogotá de 1990, obtuvo una votación considerable  y ocupó el tercer lugar en la contienda electoral.

    Ese mismo año aspiró a la Presidencia de la República bajo el lema: “entre todos cambiaremos la historia de Colombia, palabra que sí”. A medida que avanzaba la campaña Pizarro, en su calidad de orador lanzó la frase: “ofrecemos algo elemental, simple y sencillo: que la vida no sea asesinada en primavera”. Pizarro sabía que su ascenso al poder representaba la lucha de las minorías y el acto de su revolución estaría consumado cuando el pueblo tuviese en la mesa de gobierno alguien que defendiera sus intereses. Casi llega la primavera, se observaba en el paisaje a las primeras golondrinas, los frutos de revolución crecían, se acababa la tormenta y el granizo de las balas. El pronóstico del clima fracasó; el invierno se extendió. El 26 de abril de 1990 sería un día tempestuoso; mientras Pizarro volaba a Barranquilla, fue abaleado; la arenosa se quedó esperándolo.

    Gerardo Gutiérrez Uribe, alias “Jerry”, presentó una cédula falsa con el nombre de Álvaro Rodríguez. Fue el artífice material del atentado, logró infiltrarse como un pasajero más. Pasó inadvertido en los filtros de seguridad del terminal aéreo el Dorado con un suéter de lana, pantalones de tela delgada, zapatos de cuero y un par de revistas que simulaba estar leyendo. Simultáneamente, Pizarro concedía la que sería su última entrevista en el programa 6 am- 9 am de Caracol. Se disculpó al aire por tener que interrumpir, pues debía tomar el vuelo Bogotá-Barranquilla.

    Ocho minutos después de que despegara el avión, Gerardo Gutiérrez caminó sigilosamente hacia el baño. Allí cogió una sub ametralladora mini Ingram. Serenamente caminó al pasillo, desnudó el arma que escondía en su suéter y le propinó a Carlos Pizarro 15 tiros. Cada bala impactada pareció representar los veintiún años que Pizarro estuvo inmerso en la violencia, operando en la ciudad y las montañas.

    Cuando accionó la ametralladora, los guardaespaldas de Pizarro, en un abrir y cerrar de ojos, fulminaron a Gutiérrez. Gerardo sabía que el trabajo no era un simple asesinato, era un suicidio. La vida de Pizarro no terminó en las nubes; instantes después de su atentado, el avión regresó de inmediato a Bogotá. El retorno resultó eterno. Pizarro fue trasladado a la clínica de la Casa de Previsión Social; falleció aproximadamente a las 11:10 de la mañana.

    De nuevo la fría ciudad de Bogotá sirvió de matadero. Ocho meses antes habían matado a Bernardo Jaramillo Ossa y a Luis Carlos Galán, ambos candidatos a la Presidencia. En conclusión, Pizarro Leongómez despierta amor y odio entre el pueblo colombiano. Su trayectoria estuvo marcada por secuestros, robos, enfrentamientos, acciones solidarias, asesinatos, defensa de las minorías, construcción de diálogos de paz, etcétera. Carlos Pizarro le heredó al país que la construcción de paz es posible. Se puede quitar la venda del odio de los ojos y renunciar al sonido estrepitoso de las balas cambiando el alzamiento de las armas para que a través de la política se luche por las causas.

    Referencias

    Historia-Biografía: Carlos Pizarro Leóngómez

    EL PAÍS «el exguerrillero Carlos Pizarro ametrallado en un avión en vuelo ».

    EL TIEMPO «Así cubrió el Tiempo la muerte de Carlos Pizarro, líder del M-19 ».

    Ecured: Carlos Pizarro

    Radio Nacional de Colombia: Asamblea Nacional Constituyente

    Semana: los Pizarro somos así

    Semana: el Suicidazo

    ____________

    Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad de sus autores y no reflejan los puntos de vista de MiOriente. 

    Compartir:

  • Relacionadas