La probabilidad de que una persona se vuelva adicta al ejercicio es relativamente pequeña. La sensación de bienestar que sentimos después de hacer ejercicio, causada por las endorfinas, es el resultado de un entrenamiento exitoso; el problema es cuando dependemos de esos momentos para hacernos sentir bien en el resto de nuestras actividades.
La palabra “adicción” se asocia con comportamientos poco saludables para el cuerpo, en cambio, el ejercicio siempre es visto como algo bueno. Por eso es muy raro que a veces se utilice el término “adicción al ejercicio”. La adicción al ejercicio no se considera un trastorno de salud legítimo, pero es una forma de comportamiento compulsivo que podría causar problemas en la vida de una persona.
Para saber qué es una adicción, primero tenemos que conocer lo que se considera como la norma. El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda al menos 150 minutos semanales de actividad física, lo que equivale a 30 minutos de ejercicio continuo por lo menos cinco días a la semana. Estoy seguro que la mayoría de los que hacemos ejercicio regularmente sobrepasamos esta recomendación. Es aquí donde se hace importante entender la diferencia entre ser adicto al ejercicio y estar comprometido con hacer ejercicio. La adicción al ejercicio empieza cuando la persona se vuelve dependiente de los sentimientos de euforia que le produce el hacer ejercicio y piensa que no puede funcionar sin ellos.
La mayoría de las veces se considera como una conducta adictiva cuando la persona descuida las necesidades básicas de su cuerpo. Por ejemplo, lesiones continuas por sobre-estimulación de los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones, así como el agotamiento por dejar a un lado los descansos o las actividades de la vida diaria.
Muchas personas confunden el generar un hábito de vida saludable como el ejercicio con una “adicción” y por lo general juzgan a aquellos que hacen ejercicio cinco o seis días a la semana como “adictos al ejercicio”, cuando en realidad son personas que disfrutan la actividad física como parte integral de su vida. Estos deportistas no dejan de lado sus tareas cotidianas y por lo general son personas muy organizadas, pues en sus agendas separan el tiempo necesario para su actividad física y no usan la excusa de los que no disfrutan el ejercicio: “no tengo tiempo”.
Invitamos a nuestros lectores, juntas de acción comunal y grupos de personas a que hagan actividad. Igualmente, aquellos que estén interesados en saber su IMC, pueden escribirnos email [email protected] o al WhatsApp 310 421 91 50.
